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Capítulo Vil. 65 necesitais? ;:Por qué llamáis? ¿Qué hay de común entre vos y nosotros? Más oh verdadera voz de padre bondadoso, y de amigo cariñosisimo. «O vere pietatis vox.» ¡Oh dignación admirable de nues- tro Dios, oh caridad inefable! ¿quién ja- más vió tal cosa, que Dios como nece- sitado de sus criaturas nos llame, y nos llame para consolarnos.....? Pero ved aquí que con esa voz, como dice San Buenaventura, invita á los mis- mos enemigos, exhorta á los reos, esti- mula á los ingratos; ¿qué hará con los amigos? En verdad, que es el amor el que le hace hablar y el amor no conoce otro lenguaje..... Eres, Jesús mío, el amor de nuestros amores. Tu palabra llega co- mo una espada, á penetrar hasta la divi- sión del alma. IL Es preciso, Señor, que repitamos ante tu altar lo que leemos en el piadoso Kempis: «Cuando considero tu dignidad y mi vileza, me estremezco y me con- fundo verdaderamente. » Me llamas á pesar de todo. Si no me acerco á tí, huyo de la vida, y si indig- Vida de amor.—$.