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ES CAPÍTULO VIII. Amor de amores. El amor de nuestros amores ¡Qué her- moso título para consagrarlo á Jesús Sa- cramentado! Mi amado para mí, y yo para mi amado. El amor es una fuerza de expansión y de acción. El que ama á Jesús como ob- jeto de su corazón, tratará constantemen- te de extender su culto y conocimiento, La mística más encumbrada tiene su resúmen en estas dos palabras: aleja- miento y vuelta. Alejamiento del amor carnal y pecador; vuelta al amor sagra- do de Jesús... ¡Oh alma, sal para que Dios entre en tí! Que todo tu ser se su merja en la infinidad de Dios, como en un mar sin fondo. ¡Oh que tranquila vi- da llevariámos si pudiésemos exclamar con Sáñ Pablo ¡Vivo ego, jam non ego vivit vero in me Christus!