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58 Grafitud y desagravio. CARÍSTICOS la institución sacramental, aspiran también á desagraviarle de las ofensas que recibe el buen Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. Oh mi Dios; no hay guarismo que pueda señalar el número de injurias que á todas horas y de todas partes re- cibís en vuestros altares. Nosotros qui- siéramos desagraviaros con una plena satisfacción por tantos ultrajes. Decidme almas devotas ¿no es verdad que en esta época blasfema é insultado- ra no queda rincón de localidad donde no se ofenda á Jesucristo? ¿No es verdad que en todas las esquinas brotan las ex- clamaciones soeces y brutales y que Je- sús las está escuchando de los Taber- náculos donde se quedó por amor nues- tro? Llegaos á todos los lados y derramad en torno de Jesús Sacramentado el espí- ritu de desagravio. ¡Oh que dulces sona- rán en los oídos sacramentales de Cristo las plegarias de sus discipulos durante la mañana de los JUEVES. ¡Con qué cari- ño recibirá el abrazo que como fieles y amigos le vais á dar! San Honorato de Arles, el bienaven-

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