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378 Corte de fonor aposento; y cuando yo entre en él, no permitas que entre otro alguno... 3,2 ¡Qué dicha, hijo mío, la tuya! ¡Si cono- cieras bien el don que vas á recibir! ¡No lo co- nocen bien!... ¡Ni los ángeles del cielo!... ¡Ni la misma Virgen, mi amante madre!... Pide á ésta te prepare con sus bellas disposiciones. Voz del alma.—1.* Ven ¡Bien mío! Y: solo por amor puedes llegarte á mí... Jesús mío... Ven á regalarme ¡amado mío! Esposo de mi alma... Ven á regalarme... é que "a lo 14) 2.2 ¡Qué feliz voy á ser! ¡qué dichoso! ¡Cómo envidiarán mi suerte los ángeles del cielo!..... Sí, envidiarán mi suerte los mismos serafines de la gloria... 20 3.2 ¿Por qué no he de arrojar lejos de mí to- do afecto que impida mi unión con mi Dios? Oh flaqueza humana! Oh bondad divina! Ni yo puedo estar tan puro como mereces para reci- birte, ni tú, amor mío, puedes dejar de venir á mi pecho con gusto y suavidad... No; no pue- des, porque eres bueno y la bondad, casi estoy por decir, te ciega para no ver las malezas de mi alma..... Voz de Jesús.—1.” Llega ya el momento de nuestra unión, alma querida!... Acércate 4 mi mesa, que hoy tengo que morar contigo... Si tú, hijo, me buscases y me recibieses con tanto amor como yo tengo al buscarte y llegar- me á tí... Ya sabes que te doy en la Eucaristía todo mi corazón... todo... todo... Si supieras bien cuánto me costó quedarme aquí por llegarme á tí en esta ocasión... morirías de amor... de amor... Yo te dejo mi sangre y mis virtudes para que te purifiques y vistas con ellas antes de recibir- me... Ven del Líbano, esposa mía.
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