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ón Ae, a 370 Corte de Honor nectar de la presente vida y sobre la embriaguez del pasajero amor! Bendición sobre el encanto de la vida de Jesús y sobre la santa locura de su adorable amor. Esta es la vida eter- na: conocer y amar á Cristo... El Evar- gelista S. Juan lo dice bien claro. (Joann XVII-3). Antes que empezara el hombre á go- zar de esta vida presente, era Jesús fuen- te de otra vida mejor y más cumplida, in ipso vita erat... Por Adan nos vino la muerte, por Jesús nos vino la vida; y asi como todos mueren en Adan por el pe- cado, todos también hallan la vida y la resurrección en Jesucristo por la gracia. ¿Cuánto mejor será la vida de Jesús, que toda otra vida? ¿Qué valen las gotas de agua que caen de lo alto y se mezclan con el polvo, en comparación de las aguas cristalinas que brotan del puro y fecundo manantial?... ¿Por qué, pues, ape- tecer tanto la vida presente, que semeja gotas de aguas perdidas en el fango de las pasiones y no la vida de Jesús que es más pura que las aguas cristalinas del manantíal?... II. Cordura será abrazarte á la vida de Jesús antes que el gusano del desencan- to muerda tu corazón... ¡Pronto el cres- pón de la muerte extenderá sus fúnebres