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á Jesús Sacramentado. 363 zaret, en todo el transcurso de su exis- tencia temporal tenía presente la volun- tad de su Padre celestial, tanto que lle- gó á decir que su cumplimiento le era alimento; meus cibus est ut faciam volun- tatem ejus qui misit me... (1) La vida Sa- cramental es una prolongación de su obe- diencia, siendo aquí más de admirar esa virtud, porque obedece muchas veces á infieles ministros suyos y siempre á vi- les criaturas... Compara con esta obe- diencia la que tú tienes á los confesores, * á tus padres y á tus mayores... Compá- rala también con la que tu prestas al Padre celestial, á sus inspiraciones, mo- ciones y ordenaciones... ¿Dices tú mu- chas veces con Jesús «conviene que me consagre á hacer lo que mi Padre del cielo desea de mí»?... Avergiiénzate de estar tan lejos de la imitación de Jesús en la vida interior que consiste en tres cosas, en resignarte á la voluntad de Dios; en prestarte á la vo- luntad de Dios; en hacer la voluntad de Dios... ¡Dios mío! infundid en mí un po- co de vuestro espiritu de obediencia. 1 Considera ahora lo que te enseña el libro del corazón de Jesús en su vida pública... Qué fué Jesús en su vida (1) Joann, IV 34.