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á Jesús Sacramentado. 357 ticulares de que eres deudor á tu Cria- dor, Redentor, Conservador, Santifica- dor y Glorificador... Frecuentemente suplicamos favores en tiempo de necesidad ¿pero le rendimos acciones de gracias en tiempo de pros- peridad? El ser que tienes, los sentidos de que gozas, las potencias interiores, el aire que respiras, el alimento que comes, los bienes que posees, los males de que ca- reces, etc., etc., son manifestaciones de la bondad de Dios sobre ti... y cómo se las agradeces?... Ves unos hombres lo- cos; otros ciegos; otros cojos; otros tulli- dos; otros enfermos con graves dolen- ias; otros pobres; otros despreciados; sin hogar, sin vestidos, sin cariño, sin esperanzas humanas, perseguidos, etc., etc., y tú tal vez vives libre de todo es- to y si tienes alguna desgracia, no tie- nes otras mayores de que otros se que- jan... ¿Por qué? Por la bondad de tu Dios... y ¿dónde está tu gratitud?... San Pablo hablando á los de Efeso les dice que deben ocuparse en dar gracias á Dios siempre (cap. V) y á los Filipenses les aconseja que unan su oración con la gratitud. ¿Es esta tu conducta? ¡Tal vez se te pasarán días y semanas sin haberte tomado un poco de tiempo para ocuparte en actos de gratitud! Exa- mínate en esto con cuidado y procura