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356 Corte de honor entre la luz y las tinieblas... ¿á quién vas á creer?... ¡Oh, Dios mío! á quién voy á creer sino á Vos que tenéis palabras de verdad y de vida? ¿á quién sino á Vos que sois la fuente de mi dicha? el Dios de mi salud? el Redentor de mi alma? Yo sé bien que la felicidad se halla don- de Vos la habeis colocado y si Vos la habeis colocado no en los gustos del mundo sino en la puridad del alma; no en las diversiones lascivas sino en el Sa- cramento de tu amor yo me atengo á vuestra voz; vuestra voz es dulce porque es la voz de mi esposo... Exámen para este día. Uno de los frutos de mayor provecho para el alma que debemos reportar de nuestra familiaridad con Jesús Sacramen- tado es el espíritu de gratitud. Por tanto, examínate si realmente eres agradecido á tu Dios como debes serlo, como pro- curas serlo con tus semejantes... ¿No es cierto que te molesta la fea nota de in- grato? pues si es fea nota, la ingratitud, por un favor pasajero que recibimos de un conocido y amigo, cuánto más fea se- rá la ingratitud por los beneficios recibi- dos de Dios? Examínate pues, si cada día das gracias al Señor por los bienes que te ha hecho y por los males que te ha evitado... Cuenta los beneficios generales y par-