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á Jesús Sacramentado 355 tín al hereje Pelagio á propósito de otro asunto «Créeme y apártate de ese térmi- no medio tan peligroso y además qui- mérico é imposible; pues cuando Jesús >» nos habla del juicio, no establece más que dos categorías: la de los que están á la derecha y la de los que están á la »izquierda y no habla de una tercera que se halle en medio de estas dos. » El que conoce todos los caminos del cielo tampoco habla más que de un ca- mino ancho y de otro estrecho; no de otro tercero que no sea ni muy ancho ni muy estrecho... Esto no quiere decir que para salvar- se sea imprescindible encerrarse en el retiro y poseer todas las virtudes herói- cas; quiere decir que no hay saludable término medio, que participe de lo peca- minoso y de lo bueno. La luz y las ti- nieblas no se hermanan, se repelen, co- mo el pecado y la gracia. Pues entiénde- lo bien, que es imposible salvarse ha- ciendo ahora obras de gracia y después obras*de pecado. Huye de esas peligro- sas penumbras del alma y graba en tu corazón este dilema que propone S. Ber- nardo, como faro de tu salvación. O el mundo yerra ó Cristo se engaña Aut Christus fallitur aut mundus errat. El mundo te dice que es prudencia obrar hermanando lo malo con lo bueno; Cris- to te dice que no hay consorcio posible