BCCPAM000R02b-6-2300000000000
á Jesús Sacramentado. 349 rayos iluminadas las almas que frecuen- tan la presencia de Jesús Sacramenta- do... Siendo, pues, tan evidente la con- tradicción que existe entre Jesús y el mundo te has de resolver á aborrecer de corazón toda máxima mundana y seguir las máximas evangélicas... ¡Si, amable salvador mío confirmo en mi el deseo de ser tuyo siempre; que jamás me vea alis- tado entre los seguidores ciegos y obce- cados del mundo! ¡Oh locura y frenesí de las criaturas que dejando la fuente viva de las consolaciones, se entregan al impuro goce del placer mundanal! ¡Oh delirio mío! ¿Cómo no pensé antes en estas verdades? Arranca, Señor, de mi corazón el amor del mundo! quítalo; no vea á la luz engañosa de sus máxi- mas, sino á la luz de tus irradiaciones sacramentales... Recordalorio del alma Muy mucho agrada al Señor la cos- tumbre de visitarle con frecuencia en el Santísimo Sacramento del altar ¡Cómo no! Allí tiene sus amores! Allí encierra sus finezas y por eso mandó á Santa Magdalena de Pazis le visitase treinta y tres veces cada día. Y esta virgen carme- litana lo hacía con un fervor y entusias- mo indecibles, acercándose al altar cuan- to le era posible ¿No te esforzarás tú á
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz