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348 Corte de Honor de que en J. C. están todas las virtudes y por él tienen vida todas las sublimes inspiraciones... Como el Padre Eterno engendró al Hijo con todos los atributos divinos y con todas las hermosuras po- sibles, así el demonio produjo ese per- verso mundo inficionándolo con todas las malicias y perversidades. Y del mis- mo modo que Dios engendra por medio de su Hijo que es palabra de verdad á sus santos y predestinados, asi el diablo forma por medio del mundo á sus répro- bos y condenados... De suerte que ade- más de no darnos bien alguno durable, ni alegría alguna perfecta, nos hace des- dichados eternamente, como Jesús nos hace felices para siempre, después de habernos henchido en el tabernáculo de su amor, con los goces purísimos de su regalado corazón. Considera que no podía ser de otra manera puesto que lo que reina é impe- ra en el mundo es olvido de Dios, de la eternidad, del alma y de todas las cosas santas y á la sumo se mira por ellas con una negligencia criminal... Por eso llega el mundo al aborrecimiento de Jesucristo y el mismo Jesús lo testifica así, porque el que obra la maldad, aborrece la luz; y Jesucristo esla luz que alumbra á todo hombre. Mira que es ley natural que la luz alumbre, que la blancura blanquee y que por eso resultan blancas y por divinos