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346 Corte de fñonor todo santidad! El mundo todo iniquidad! Totus mundus in maligno positus est. Hay un antagonismo marcado entre el espíri- tu de Jesús Sacramentado y el espiritu del mundo corrompido... Lo que arrastra á las criaturas al cen- tro de esa Babilonia, es la alegría y so- laz que parece s2 goza en él; pero no. He visto que la risa es engañosa, dice el Eclesiástico (1-2). Risum reputavi erro- rem. Y todos los que se alegran del mun- do, están en el error, porque se alegran de lo que deben rehuir y se ríen de lo que deben llorar—Errant quia gaudent ubi dolere deberent—dice S. Agust. (Lib. Conf.) Pondera que á lo menos es vano todo lo del mundo; vano el juego, vano el canto, vano el negocio, vanas las tertu- lias, vanas las diversiones por que no dejan para el alma ninguna utilidad y por eso exclama el águila de los docto- res: vana es la alegría del siglo: Leetitia seculi vanitas est—y ¿sabéis por qué po- demos llamar vanas á las alegrías del mundo? Porque se oponen é impiden las alegrías eucarísticas. Un alma dada á los pasatiempos mundanales, no pue- de disfrutar los consuelos del convite eu- carístico... A la manera que el espíritu no es materia; así la materia no es espí- ritu y de la misma suerte, como Jesús dice que El, no es ni puede ser de este