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Meditación. 335 como nosotros lo estamos ahora, y le fué mostrado el Corazón amante de Jesús en un trono de fuego cercado de espinas y una cruz en lo alto. Y le dijo el Señor: «Mira hija este corazón tan amante >» de los hombres y que nada ha dejado de hacer hasta consumirse y agotarse >por amor suyo; pero en recompensa »no recibe de la mayor parte de ellos »en este Sacramento de amor, sino in- gratitud, desamor, olvido, irreveren- >cias, agravios y sacrificios: Así es co- mo me pagan y lo que siento más es recibir tantos ultrajes de los corazones »que me están especialmente consa- >grados. ¿Querrás tú aumentar esta pena de Jesús? Resolución Quiero apartame de todo lo que supo- ne ingratitud para con Jesús Sacramen- tado. ¡Ojalá que á la par que se acaban mis años, se acabaran en mi corazón las pasiones que fermentan en él como las heces dentro del vino! Procuraré hoy no cometer con delibe- ración ningún pecado con la ayuda de Jesús; en desagravio le sacrificaré un poco de mi amor propio. Adoración ¡Yo te adoro Divino prisionero! ¡Esclavo del amor, yo te venero!