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314 Modo de oir la santa Misa. dos todos los sentimientos é ideas distractivas, recógete con modestia y silencio 4 contemplar las palabras y acciones del divino Redentor. Imagínate que al entrar en el templo pregur- tas al Señor con los apóstoles: ¿Donde quieres que preparemos la pascua? Y que Jesús te con- testa: En tu corazón. Y añade: «La preparación que de tí quiero es que limpies y purifiques esa estancia, donde he de habitar; que eches todos los objetos que puedan ofender mi vista; las fal- tas y aficiones, quiero decir, que mancillan ó * cautivan el corazón, empañan la luz de mi ros- tro y se interponen entre los dos para que no lleguen á tí con todo su calor y hermosura los rayos de mi gracia. Adórnate con actos de virtu- des, y, sobre todo, con vivísimos deseos de re- cibirme, semejantes á los que tuve yo durante mi vida de celebrar esta pascua é instituir este Sacramento. AL EMPEZAR LA MISA. «Habiendo Jesucristo amado á los suyos que estaban en el mundo, al fin de su vida señala- damente los amó, » ¡Momento solemne! Los hombres se conjuran contra tí, Jesús mío, y trazan cómo te han de dar la muerte, y tú, que lo sabes, y podrías destruir- los, en nada de eso te ocupas; antes de entrar en tu Pasión, quieres, con un prodigio nunca visto ni imaginado, quedarte realmente con no- sotros; quieres darnos la mayor prenda de amor, hacerte nuestra comida y unirte tan estrechamen- te con cada uno de los que te reciben, que no 7

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