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La Sagrada Comunión 301 boca y saca la lengua para que cómoda- mente pueda depositarse en ella la Hos- tia Santa. Recibida ésta, deja que con la saliva. se humedezca, y luego la pasarás. Retírate á dar gracias con grande fervor; guarda sumo recogimiento; Dios está en tu pecho lleno de majestad y de gloria. Emplea por lo menos un cuarto de hora en darle gracias y pedirle mercedes. Aun- que los mejores afectos son los que bro- tan naturalmente del corazón que ama de veras á Jesús sacramentado, con todo, pondremos á continuación varias oracio- nes muy devotas para que ayuden al al- ma á dar gracias al Señor por el se- ñaladisimo beneficio. Sean estos afec - tos: 1. De admiración, al ver que tan grande Majestad se ha dignado hacer morada en tu pecho. 2.” De petición, pidiéndole muchos favores, especialmente la gracia de ven- cer tu pasión dominante. 3. Deofrecimiento, ofreciéndole el alma con sus potencias y el cuerpo con sus sentidos, para con ellos servirle.

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