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300 La Sagrada Comunion. adoración de humildad, de amor, . que requiere acción tan santa y preséntalos, en unión de los tuyos y de tus celestia- les compañeros, que están en torno del Sagrario, á mi amado Jesús Sacramenta- do. Santos todos, prestadme vuestro amor para recibir con encendido corazón * al autor de mi vida, Jesús. Cuando se acerca el momento de comulgar, mientras el ayudante dice el confiteor, dí tu el Yo pecadora con atención y devoción. Al decir el Sacerdote con la Sagrada Forma en la mano Ecce Agnus Dei, dirás interiormente: Te-adoro, Jesús mío Sacramentado, en Tí creo, en Tí espero, á Tí amo sobre todas las cosas. Después díganse tres veces con el sa- cerdote, y con el mayor fervor posible las palabras del Centurión: Señor mío Jesucristo, no soy digna de que vuestra divina Majestad entre en mi pobre morada; más por vuestra santísi- ma palabra seánme perdonados los pe- cados, y mi alma quedará sana y salva. Concluídas estas palabras haz fervorosos actos de amor y de deseo. Al acercarse el sacerdote con la Sagrada Forma, le- vanta la cabeza, abre moderadamente la