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La Comunión semanal. 241 dad espiritual. De paso adelanta en ese aprendizaje á confesarse bien con las condiciones requeridas considerando los motivos de contrición.... De este modo realiza el párroco una labor de grandes frutos y prepara á la juventud á frecuentar la Sagrada Mesa con grandes acrecentamientos de gracia y de virtud. Dirase que con esa frecuencia sacra- mental tendría que haber por precisión mayor número de confesiones sacrilegas. No sabemos por qué haya de ser asi. Por el contrario, enseña la experiencia que son más frecuentes y numerosas las malas confesiones en los que se confie- san poco, que en los que confiesan mu- cho; más en los que confiesan cada año que en los que la hacen cada ocho días. Fuera de que con la procuración de con- fesores extraordinarios y avezados al ministerio, podian remediarse las quie- bras parciales que por ahí podían so- brevenir. Apuntamos, pues, este medio de la confesión semanal antes de la primera comunión, para preparar á la juventud á la comunión que debe hacerse por lo Vida de amor.—17.

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