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e e A 188 Origenes de nuestra obra. cas, puesto que consideró y considera al Santísimo Sacramento, como el mejor medio de perfeccionamiento moral y de perseverancia, y veía á ojos vistas el fruto inmenso que reportaban aquellas almas de su allegamiento amoroso al Divinísimo Sacramento del Altar. Apenado, por no serle fácil obrar en tal sentido, ideó la obra de los JuEvES EucarísTICOS, en la manera y forma que verá el lector en el párrafo siguiente. Había entonces un alma que vivía en- tre el árbol eucarístico y el árbol de la Cruz, ganosa siempre de contribuir al crecimiento de estos dos grandes amo- res de los Santos: La Eucaristía y la Cruz. Era esa alma de lo mejor modela- da en el troquel del sacrificio y llevaba sobre su corazón el sello de la expia- ción. Aparejada constantemente á ser ins- trumento de Jesús Sacramentado, toda obra Ó idea eucarística, le bullía en el pecho como torrente que salta entre los 1) La Condesa de Casa-Barcena D.* María Saracho. Es- tamos seguros de ofender con esta revelación su modestia, pero lo demanda la gloria del Sacramento y no vacilamos en dar su nombre á la publicidad.