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AAN A A 172 La Cena. Cuando la reunión era numerosa acer- cábanse tres lechos Ó divanes, de modo que formasen tres lados de un cuadrado en cuyo centro se preparaba la mesa á la cual daba acceso una escotadura para el servicio. De los tres divanes que ha- cían el famoso triclinium el más honroso era el del medio. Se sentaban conforme á reglas de precedencia exactamente ob- servadas, y esto explica por qué S. Pedro se hallaba tan lejos de Jesús y por qué Judas se hallaba bastante cerca. La lejanía de Pedro se echa de ver porque tuvo que recurrir á Juan levan- tándose del asiento para saber el nom- bre del traidor. Y la cercanía de Judas se vé porque pudo recibir directamente de Jesús el pedazo de pan que le desig- nó. Ocupando el Maestro el lecho del me- dio, estaba recostado en el lugar de la izquierda. Pedro presidía el segundo grupo, presidiendo tal vez el lecho de la derecha de Jesús. Santiago presidia sin duda el tercer lecho y en este su- puesto á S. Juan le tocaba el cuarto lu- gar que era la derecha inmediata del Sal- vador. Según algunos autores, Judas