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Capitulo XIV. 117 explica este otro de la vida, con sus do- lores y conflictos. Escribió el Dante, que los cuatro ríos de su infierno, están for- mados por lágrimas que corren sobre la tierra. Ficción grandiosa, dice un escri- tor, pero imágen del dolor universal de la creación: Se entra y se llora, es la vida; Se llora y se sale, es la muerte. En medio de este dolor universal y de estas lágrimas de la humanidad, Jesu- cristo Sacramentado se ofrece como con- suelo y alegría de los hombres..... Ale- graos en el Señor y regocijaos ¡oh jus- tos! Si el corazón se hace pedazos en sus duelos; si el alma se espanta ante el vacío que siente abrirse en ella, la imá- gen del Consolador radiante, aparece en la Hostia de salud. Los efectos del desorden moral; aun- que bastante se conocen por los dolores á que estamos sujetos en el cuerpo, pero todavía el misterio del mal, causa mayo- res amarguras en el orden espiritual. Nuestra inteligencia no es ni bastante pura para ver la verdad, ni bastante sen- cilla para seguir ciegamente el impulso divino. De ahí las ansiedades en que nos