BCCPAM000R02b-6-2300000000000

>= A id ES a =- 102 Pereza y temor Entre el agrado de Dios y nuestra de- voción, se entrevera la pereza- que todo lo echa á perder, despojando vuestras acciones del tinte espiritual en que de- ben bañarse. No entiende el perezoso de servir pronto y alegremente, sino de servir cuando y cómo le place..... y no á Dios precisamente, sino á su natural tempe- ramento ó aficiones. Un perezoso es un cojo espiritual, nunca llega á tiempo á nada. Si exami- nais detenidamente las causas por las que muchas almas no comulgan ni dia- ria ni semanalmente, notareis que es simplemente por pereza. Fueran ellas almas metidas en pecados, encarnadas en vicios, y explicárase su tardía con- testación á las voces de Jesucristo desde el Tabernáculo; pero son personas, en general, buenas, libres de pecados de monta, y solo por no sacudir un poco la pereza, dejan de acudir al Tabernáculo, ya sea de día, ya de tarde. Para ellas.es - tán de más la Hora Santa, la Comunión Reparadora, la Visita del Santísimo, etc. Oidlas. Dicen que no tienen tiempo..... que

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz