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RR CAPÍTULO XII. KHoras de esperanza..... Son realmente así las que pasamos delante de los altares..... Si fuésemos co- mo la V. Vizcondesa de Jorbalan, llamada M. Sacramento, Ó como la Condesa de Feria, ambas conocidísimas en los actos sacramentales, comprenderíamos cuán regaladamente pasan las horas juntoá Jesús. ¿No es El, acaso, la esperanza de las naciones? Hubo un tiempo en que la humanidad lloraba de desesperación. Cuantos más esfuerzos hacía por levantarse de sus miserias, más la oprimían los anillos de la gran serpiente del mal. En todas partes era requerido un po- der superior para salvarse. Los filósofos habían formulado la pregunta: ¿existe ese poder? Hacía mucho que ya no creían en los dioses inventados por ellos mismos.....

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