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la Santa Confesion ; 19 bondad Ia de Jestis! Me pesa, Jestis mio, de haber- te ofendido. (Aqui puedes decir el Sefior mio Je- sucristo). ¢Para qué viene? Para llenar mi alma de gra- cia santificante y de bienes del cielo, para ayudar- me a veéncer a mis enemigos, a triunfar de mis ten- taciones y a ser mi consuelo en mis penas y mi for- taleza en todas mis dificultades; ;Bendito sea Jesus que tanto me ama!. ¢Coémo quiere que le reciba? Con grande respeto y humildad, como le tratan los Angeles; pero sobre todo, con gtande confianza y amor, co- mo los pastores en Belén, como el ciego que le pe- dia la vista, como el leproso que le suplicaba lim- piase st lepra, como San Juan cuando reclinaba su cabeza sobre su divino Pecho. Con gran deseo de tenerlo en mi corazén y de darle pose3idn de todo mi ser. ;Oh, lléguese pronto ¢l momento de poder abrazar contra mi pecho ami divino Salvador, pa- ra que me colme de sus | aytome entera po- sesién de todo mi ser! En el acto de Comulgar.—Mientras el Sa- cerdote abre el Sagrario, reza el «Confiteor Deo», paposeido de sentimientos de dolor y de humil dad, para que con Ia _absolucién del Sacerdote se te perdonen los pecados veniales que puedas haber

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