BCCPAM000R02b-4-24p23d0000000

El P. Esteban terminando la Misién predicada en Sanlécar, dando la bendi- cién Papal. Asistié al acto el Excmo. Sr. Obispo de Cdédiz D. Félix Arriete. Afio 1878. Era ya anciano, pero predicaba con el énfasis y nervio de un jo- ven de 30 afios. Tratando- se de salvar almas, no co- nocié fatigas. Era su mayor jubilo ver centenares de fieles al la- do de su confesionario, aunque fuese muy avan- zada la hora de la noche. No se cansaba su gar- ganta de exhortar, ni su brazo de bendecir. El mismo Padre Misionero hacia las preguntas a ca- da uno de los penitentes, lo cual supone una fatiga extraordinaria. A cada uno de ellos de- dicaba todo el tiempo ne- nesario para asegurarse de que lo despedia’con PREDICANDO MISION el alma bien didéfana y tan brillante como el An- EN SANLUCAR gel Custodio. Los continuos favores que se reciben del Cielo por interce- sién del Venerable Padre Esteban de Adoain son una de- mostracién de que este siervo de Dios es un Précer celeste de gran influencia ante el trono del Altisimo.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz