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is pequeña cantidad. Ordinariamente edifica abstenerse de licores; mas el último día, bien podrán tomar una copita, si no les ha de hacer daño. Del vino usen discretamente. 22, Si las autoridades visitan á los Mi- sioneros, la buena educación pide que se co- rresponda y lo podtán hacer al Sr. Cara, Al- calde, Juez Municipal y de 1.* Instancia;- pero no á todos los individuos en particular, 23. No conviene hagan los Misioneros visitas particulares, sino es en casos excep- cionales y de verdadera necesidad. 24. Procuren evitar visitas no necesarias y conversaciones 6 tertulias de excesiva con- fianza y familiaridad, que desvirtúan el fru- to de la Misión y prestigio del Misionero, siguiendo el ejemplo de nuestros ilustres Misioneros, los cuales no se dejaban ver más que en el púlpito, confesonario y consultas, siempre con la más perfecta gravedad reli- giosa y huyendo de conversaciones y dis- cursos inútiles. 25 En la casa donde se hospedan pórten- se como buenos Religiosos sin caer en nin- guno de los dos extremos, á saber: en las ma- _neras toscas y formas groseras y en la exce- siva confianza y familiaridad. Fuera de las horas de comer, vivan retirados en su cuarto leyendo, estudiando ú orando, y siempre en silencio y recogimiento. Durante la comida