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n o se excusa muy cortésmente. Sólo cuando se ra I T ·ed d' · comprobó que e maestro . eJ a no po ta verur a Pa!lencia, fue ·cuando el ~ab!ldo de esta cat~~:al de– terminó «se pong~a ed1cto_s !?ara la prov1s1on del magisterio de capilla». Se rns1ste de nuevo en que el maestro que venga ha de ser clérigo. Se le señala e·! salario propio -4.000 reales- y el de los doce niños cantores -40 ducados por cada uno de ellos. «Edictos para la provisión del magisterio de ca– pilla en clérigo.» «Este dicho día [19 de agosto de 1605] y ca– bildo, se recibió una carta de Alonso de Tejeda, maestro de capilla de Toledo, que antes lo era de Zamora, por la cual decía que en aquella iglesia le hacían merced, de manera que no po– día dejarla sin parecer muy descortés y venir al servicio de ésta a recibir la merced que se le ofrecía. Así su[Jli'caba a sus mercedes le perdo– nasen de no venir a ella. Sus mercedes oyeron a la dicha cárta y trataron lo que se debía hacer, hablando de ello y dando sus votos y pareceres en particular. Y habiéndolos dado, se acordó que se pongan edictos para la provisión del magiste– rio de capilla de esta santa iglesia, que se ha de hacer en clérigo, con 4.000 reales de salario, con– trato anejo para el dicho maestro y niños de coro, y con obligación de tener y enseñar doce niños de coro, para cada uno de los cuales se le ha de dar 40 ducados para su sustento. Y el vestir/mi· y calzarlos ha de ser por cuenta de la dicha, y en la farma y manera y con los capítulos y distinción que está hecha, para el día de San Lucas próximo venider,o de este año, con facul– tad de los prorrogar todas las veces que les pa– reciese ser necesario, hasta que venga persona tal que le merezca» (7). Se presenta Juan Vidal de Arce Antes de cumplirse e·! término de 'los edictos, se presenta un primer candidato a la plaza de maestro de capilla vacante. Se llama Juan Vidal de Arce. Las actas palentinas dicen que viene de Madrid. El cabildo accede a que Vidal de Arice haga una de– mositración de sus cualidades regidoras de coro. Se elige el día de la festividad de San Antdlín, patrono de Palencia. El cabildo queda muy satis– fecho del «asiento, gravedad y autoridad de perso– na que el susodicho [Vida! de Arce] tenía», y pren– clado de «la gracia [con] que regía y gobernaba el facistol». Por todo ello, «parecía convenía [Vidal de Arce] para dicho ministerio y oficio de maestro de capiHa». Pero una vez puestos fos edictos, ha·bía (7) lbidem, fol. 21' y 21". que esperar que éstos se cumplieran. Por eso, se le dan a Vida! de Arce 12 ducados «por lo que ha servido y trabajado en la fiesta de'! patrono y muy buenas y gratas palabras». A su tiempo, es decir, cuando se presenten los demás ca;-ididaitos, «se ten– drá atención a su suficiencia y buenas partes». El acta transcrita a continuación no podía ser más halagüeña para el primer pretendiente, que, al fi– nal, se alzó con la plaza vacante de Bricio Gaudí. «Magisterio de capilla no se provea y corran los edictos hasta que se cumplan. Doce ducados de la obra a Juan Vida! de Arce». «Este dicho día [3 de septiembre de 1605] y cabz'ldo, entró en él Juan Vida/ de Arce, maestro de capilla, y refirió que, habien'do sabido en la corte donde de presente residía la muerte de Bricio Gaudí, maestro de capilla que fue de esta santa iglesia, había venz'do a servir a sus mer– cedes con muchos deseos de haJCer alguna cosa que fuese de provecho en la festividad y solem– nidad del patrono de ella, en que había hecho lo que se había visto, dando muestras de su su– ficiencia y habilidad, y q11isie quisiera [sic, re– petido al volver el folio] que las muestras hu– bieran sido de manera que merecieran que sus mercedes le hicieran merc,ed de le dar y proveer el dicho magisterio, que fuera la mayor merced que pudiera recibir e hicieran una cosa muy digna de quien sus mercedes eran, con que que– daría perpetuamente obligado al servicio de esta santa iglesia en general y particui/ar. Sus merce– des oyeron al dicho maestro y le respondieron se trataría de ello y se le respondería. Y luego, ha– biendo sus mercedes visto el asiento, gravedad y autoridad de persona que el susodicho tenía y las buenas muestras que había dado de su sufi– ciencia y con la gracia que regía y gobernaba el facistol, y que era la persona que parecía con– venía para dicho ministerio y oficio de maestro de capilla, lo trataron dando sus votos y parece– res en particular; y habiéndolo dado por haber– se despachado ya los edictos para las iglesias y parecer tenía inconveniente el proveer, acorda– ron de votar por habas secretas si se proveería t;l dicho magisterio de capilla dl dicho Juan Vida! de Arce o correrían los edictos hasta el día se– ñalado para la provisión. Y habiéndolo votado, salió acordado por mayor parte que no se pro– vea y que se aguarde a que se cumplan los edic– tos y se vean los que vienen a ellos; y al dicho maestro Juan Vida! se le den doc~ ducados de la obra por lo que ha servido y trabajado en la fiesta del patrono, y muy buenas y gratas pala– bras, y que a su tiempo se tendrá atención a su suficiencia y buenas partes» (8). ,(8) lbidem, fol. 22• y 23'. 111

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