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el norte de la ciudad, hasta finales del año 1955 en que fue nombrado Administrador el Padre José Pocoví, de la Tercera Orden Regular Fran– ciscana (T.O.R.). El Padre Pocovi fi– jó su residencia, bien franciscana– mente en los estrechos límites de una •c¿cina y una mmima habitación actosada a la sacristía de la iglesia. Mirando los acontecimientos des– Je un punto de vista jurídico, no de– ja de ser extraño cómo la parroquia del Inmaculado Corazón de María pasó a nuestro cargo. Por motivos de suplencias pastorales dos de nuestros Religiosos habían tenido algún con– tacto con la parroquia y los parro– quianos en la Cuaresma de 1955. Por otra parte, debido a la edad y con– diciones de salud del Padre Pocovi, un grupo de parroquianos del Cora– zón de María no se sentían sufiden– temente atendidos espiritualmente e insistían ante la Curia diocesana pa– ra que se entregara la iglesia a los Capuchinos de Dallas. También nos– otros mismos le dábamos alguna con– sideración a la idea, deseando exten– der nuestro campo apostólico. Una propuesta exploratoria hecha por el Padre Superior a la Provincia mere– ció la siguiente respuesta del Padre Florencio de Ar.tabia, Ministro Pro– vincial ,en carta firmada en Pam– plona, el 19 de julio de 1959: «El De– finitorio Provincial, en los días 25 y 26 de junio, deliberó sobre la funda– ción de la iglesia del Corazón de Ma– ría en Fort Worth. Con mu·cha pena por mi parte he de decirle que no se aprobó». Se daba como razón la falta de personal disponible. Siguieron las insistencias ya refe– ridas y llegó un momento además en q'ue el Padre Pocovi tenía que retirarse por motivos de salud. En el entretanto en el Capítulo Provincial de 1960, había sido nombrado Supe– rior de la Fraternidad el Padre Ale– jandro Eceiza. El nuevo Superior, en conversación personal, y nada más que oficiosa con el señor obispo se mostró disp~esto a aceptar el ofre– cimiento del Corazón de María. Creía disponer entonces del suficiente per– sonal sin mengua de la atención re– querida _por las dos parroquias ya a nuestro cargo. Hasta se llegó a men– cionar el nombre del Padre Bienve– nido García como futuro posible pá– rroco. Así las cosas, y sin haber me– diado petición oficial alguna, ni por parte del Superior local, ni por parte de los Superiores Mayores competen– tes, con arreglo a los trámites canó– nicos, en el mes de diciembre de 1960 nos vimos sorprendidos -y gra– tamente, por nuestra parte- -con el Decreto de la Curia diocesana ele– vando la Misión del Inmaculado Co– razón de María a parroquia territo– rial y nombrando primer párroco al Padre Bienvenido García. El Decreto está firmado en Dallas, a 15 de di– ciembre de 1960, y contiene las si– guientes provisiones: 1) Creación de la nueva parro– quia del I. C. de María, asignándole los siguientes límites territoriales: Punto de partida: convergencia de las líneas del ferrocarril A. T. y S. F. en las calles Berry y May. Límites: Al norte, -comenzando desde el punto de partida y siguien– do hacia el este en la calle Berry hasta el Expressway; al este, el Ex– pressway desde la calle Berry hasta la Felix; al sur, la calle Felix hasta la Hemphill; al oeste, la calle Hem– phill, hasta la Biddison, siguiendo luego la línea del ferrocarril hasta el punto de partida; 2) Se establece como dotación parroquial las ofrendas voluntarias de los fieles, y se definen los dere– chos habituales de cada parroquia: reservación del Santísimo, derecho a fuente bautismal, et-e.; 3) Se señala al Rev. Ben García, O.F.M. Cap., como párroco «removi– ble», reservándose el Obispo, para él y sus sucesores, el derecho de nom– brar e instituir a los párrocos de es– ta parroquia en lo futuro (¡!) ; 4) El nombramiento del P . Gar– cía como párroco se hacía efectivo el día 1 de enero de 1961. 7