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El Padre Provincial cerró las se– siones con unas palabras de aliento y despedida, expresando su esperanza en nuestra Fraternidad de Texas. «Rufino» -usando la expresión democráti-ca del Padre Francisco J a– vier Fernández en su crónica de la asamblea- nos dejó al día siguiente, de camino a España, vía N. Y. (Véase Boletín Oficial, n. 200, marzo-abril 1979, págs. 88-89, donde el Padre Provincial relata sus Visitas. También OPI, n. 151, 1 de octubre de 1979, págs. 4-7, una relación de la Vi– sita del corresponsal Padre Fernán– dez y la alocución del Provincial a los Hermanos de la Fraternidad.) VIII NUESTRA PROYECCION A MEXICO Desde hace unos meses es un he– cho el que nuestra Provincia, por co– misión del mismo Padre General, vuelve a pensar en extenderse por México, de cara sobre todo a una re– novación y profundización de una pastoral vocacional, que tantas espe– ranzas parece ofrecer en varias partes de la América latina. El Consejo Pro– vincial, en sesión del 18 de junio de este año 1979, consideró conveniente dicha extensión, aunque ·con un mar– gen de votos no muy halagüeño. (OPI, n. 150, págs. 20--21) . Ante ese hecho actual, creemos que será justo recoger para la historia algunas actuaciones realizadas por la Fraternidad de Texas en orden al es– tablecimiento de la Provincia en Mé– xico. l. En carta del 9 de octubre de 1957, el Padre Provincial Florencio de Artabia escribe así al Padre' Bien– venido, superior de Dallas: «Vuelve el M. R. P . Provincial de Cataluña a la antigua idea de entregarnos Méji– co para unirlo a Dallas. Nosotros no 20 tomaremos ninguna decisión sobre el particular sino después de vistos los informes que uno de los nuestros re– ciba personalmente del asunto. Díga– me si vuestra reverencia o el P. Je– rónimo podrán coincidir en Méjico con el Padre Provincial de Cataluña -cuando éste vaya allá de Visita el próximo mes de marzo». Efectivamente el P. Superior, Bienvenido García provisto de la de– bida Obediencia dél General, viajó a México en abril de 1958, vio la igle– sia y casa capuchina en la colonia AGUILAS, habló con los superiores, etc. Y, a su vuelta envió con fecha de abril 19 el informe que se le había pedido y en sentido favorable. Lo de– más ya es historia de los Superiores y Definitorios de ambas Provincias. Para nosotros quedó cerrado el asun– to por ·carta de la Curia Provincial fechada en Pamplona a 4 de febrero de 1959, en que se dicé: «Por ahora se cierra toda esperanza de nuestras fun– daciones en Méjico. Después de tener Ya todo ultimado con el Definitorio de Cataluña, pidió éste el parecer a los actuales misioneros de Méjico, los cuales se han opuesto a toda iaea de «abandono» de aquel campo de apos– tolado». 2. En febrero de 1960 se publica el Decreto del Rdmo. P . General por el que se encarga a la Provincia de Navarra-Cantabria-Aragón el aposto– lado de la zona norte de México, con el paralelo 19 como línea divisoria y la provisión de que México, la capi– tal, sea común para ambas Provincias (Navarra y Cataluña) . Consiguientemente a este Decreto, nuestro Padre Superior recibió dos cartas del P. Provincial con fechas 21 de marzo y 18 de mayo respediva– mente. Dice en la primera: «En la p asada Definición se habló de que ahora, ante las perspectivas de Méji– co, será bueno que estudien ahí una posible expansión de la Orden. Ve– mos que será conveniente una cabeza de puente en alguna ciudad impor– tante fronteriza del mismo Méjico».
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