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$ > O, Nrra y nos advierte con solicitud maternal que agamos penitencia de nuestros peca- dos, pues sólo haciéndola muy humilde dolorosa, podrémos vernos libres de los castigos que nos amenazan. Tal vez á ninguna otra época 89 puedan aplicar con más propiedad que á la presente las palabras del Bautista: “haced penitencia, ' por que ya la segur está puesta á la raíz del árbol, y todo árbol que no lleve buen ' Fruto será cortado y arrojado al fuego. Grabemos en nuestro corazón estas pala- bras del Bautista, y hagamos una verda- dera y condigna penitencia de nuestros pecados. - Medítese sobre lo dicho y pida cada uno la gracia que desea alcanzar por medio de esta Novena. PARTE HISTÓRICA. Los sucesos milagrosos se imponian á todos en Lourdes y sus cercanías. Lá mul- titud que acudía contínuamente á la ruta y las admirables transformaciones ue se referían de Bernardita, habían ex-