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= => ma mia, para los pecadores, el ver la facilidad con que alcanza el per- don de sus delitos un facineroso! En cuanto los reconocio y se arre- pintié de ellos con verdadera con- tricién, obtuvo el perdén y la pro- mesa del Paraiso. Ya se ve que no hay penitencia estéril ni tardia, cuando es la conversion sincera y la contricién pertecta. jOh ladrén dichoso, que ni en la ultima hora de aste de robar, y robaste el Paraiso, aprovechando- te de la bondad de Jestis, y aco- . giéniote a ella con humildad y confianza! Dulce cosa es morir asi, con la promesa de Jesus de ser recibido luego en el Paraiso. jQué facil cosa es para el peca- dor reconciliarse con Dios, si lo quisiere de veras! Las dos prime- ras palabras, que pronuncid Jestis en la cruz, fueron en favor de los pecadores, d-ndo aentender con ello, que ninguna cos deseaba t nto como su salvacién. Los pe- cadores, en persona de este ladrén, ott ie Met) ©