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=} = cié Jestis en la cruz, fué de stpli- ca por aquellos mismos, que le ha- bian crucificado, y le .estaban_ to- davia zahiriendo, a pesar de verlo en tan lastimoso estado. «Padre, dijo, perdénalos, que no saben lo que se hacen». jOh palabra lena de dulzura y suavidad, bastante para conmover el coraz6n mas duro y empederni- do! joh dulcisimo jesus! qué pron- to sois para perdornar, qué facil de aplacar, y qué benévolo para apiadaros de nosotros. Los primeros, de quienes se acordé jess en la cruz, fueron sus enemigos. Abrié su boca, y se dirigid a su Padre, no para pedirle que los tragase vivos la tierra, 0 bajase del cielo fuego y los consu- miese; sino que los perdonase, di- ciéndole: Fadre, perdénalos, que no saben lo que hacen. Ellos ha- bian clamado dos horas antes: cru- cificalo, crucificalo; y Jestis dice: Padre, perdénales. Ellos habian . tf 2Spasado sus piés y manos con

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