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=o = Por fin asi fijado Jesus en la cruz, lo levantan en alto, dejando- lo caer de golpe en el hoyo, que tenian abierto, para asegurarla en la tierra. gCudles serian los dolores de jests al estar asi en la cruz, pendiente de tres clavos? Desga- transele las manos y los piés con el peso del cuerpo, y la sangre brota a borbollones por aquellas sacratisimas llagas. Levanta los ojos, alma mia, a los brazos de la cruz, y contempla pendiente de ellos a tu Dios y Re- dentor. Keconoce ahi su amor in- menso por ti y cuanto le cuesta tu salvacion. Miralo; esta ahi con los piés clavados para esperarte, de- seando vivamente tu llegada. Tie- ne extendidos los brazos, para abrazaite; la cabeza inclinada, para darte el 6sculo de paz, las llagas abiertas, para asegurarte que nada desea tanto como recibirte a su_ gracia, y perdonarte. Acércate, pues, alma mia, a la cruz confiadamente, abrazate a su