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60 Finalmente la Virgen Sma. pa- decié sin alivio alguno, antes bién lo que 4 los otros martires era causa de gozo y alegria en sus padecimientos, era precisamente la causa del tormento para Maria. Pa- decian los martires entre el bierro y el fuego y el plomo derretido, pero era tal el torrente de dulzuras celestiales en que estaban anegados, que su espiritu parecia quedar como insensible al fuego y al cuchillo, embriagado conel vinosuavisimo del divino amor. No sucedié asi en la Virgen Santisima; su martirio con- sistia en ver padecer 4 Jests y compadecerse de él; y el verdugo en este martirio era el amor mis- mo que tenia 4 su Hijo. Por eso mientras 4 los demas martires se los representa con el instrumento de su suplicio, 4 Maria se la pintacon _ el cadaver de su Hijo en los brazos, porque este fué el instrumento de su martirio. Ahora, pués, hermanos carisimos, |

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