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51 rado 4 mi Hijo! porque solo el pecado ha podido quitar la vida al Autor de la vida y causar lv muerte al Hijo de Dios. Meditese... etc. _ORACION PARA ESTE Di} Virgen tristisima y dolorosisima! Al veros desolada con el cadaver de vuestro Hijo en los brazos, no acierto 4 pronunciar palabra de consuelo. Vuestro dolor excede toda medida y traspasa todo limite. Es inmenso como vuestro corazdén. Pero jay! no busqueis al matador de yuestro Hijo para pedir justi- cia contra él. Yo soy; aqui me pre- sento. Yo soy el que he apagado la luz de vuestros ojos y la ale- gria de vuestro corazén. Perdén, Sefora; yo me arrepiento de tama- ha iniquidad. Pero zme atreveré a suplicaros ofrezcais por mi al Eter- no Padre ese cuerpo despedazado. que tenéis en vuestros brazos? Ha- — eedlo, si, Sefora, hacedlo, para que