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14 que tan amable y caritativa os mos- trais conmigo? Yo soy contesté la Virgen, aquella 4 quien tt has enju- gado tantas veces las lagrimas. Con lo cual no sélo le consold, sino que también le devolvié milagrosamente la salud perdida. En el «Diario de Maria» se re- flere una piadosa tradicién, que dice el P, Merchese, arranca de S. Juan Evangelista. Segiin esa tradicion la Virgen Santisima pidiéd y obtuvo de su Divino Hijo cuatro gracias singulares para los que con fre- cuencia meditasen sus dolores: 1.4 . algin tiempo antes de morir, una perfecta contricién de sus pecados; 2.* una asistencia especial para la hora de la muerte; 3." una devo- cién especial 4 la sagrada Pasidn; 4° una eficacia especial para con- seguir cuanto Ella pidiese para los tales devotos de sus dolores. Nuestro Senor Jesueristo dijo & _la Bta. Verénica de Binasco, segin _lorefieren los Bolandistas, eserle atin ern