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elevandolos hacia el cielo, pronuncié con una gratitud indecible: ‘‘Yo soy la Inmaculada Concepcién.”’ ORACION PARA ESTE DIA jOh Inmaculada Marfa; toda her- mosa, pura y sin mancha desde el primer instante de vuestra Concep- cién, aleanzadme la pureza de alma y cuerpo, y la limpieza de toda culpa, para que pueda acercarme digna- mente al Santisimo Sacramento del altar. Si el ciervo sediento corre presuroso a las aguas cristalinas para apagar su sed, sedienta se halla mi alma, por acercarse a ese Sacramento de bondad y de amor. Obtenedme, Virgen Santa, tal gracia al recibir manana a vuestro Santfsimo Hijo en la comunién, que jamds llegue a echarlo de mi alma por el pecado, porque sin Jestis, que es mi vida, mi dicha y todo mi consuelo, no puedo vivir, ni tener paz en mi corazén. Para conseguir ésta, os saludo con las