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37 nina. Y la Virgen Sma. entablé eon ella una conversacién fntima, y atin pudiera decirse familiar. En aque- lla misteriosa intimidad le revelé un secreto para ella sola—Ahora, le dijo, id a decir a los sacerdotes que quiero se me edifique aqui una ca- pilla. Y al pronunciar estas pala- bras, la fisonomia de la Virgen Sma., su mirada y su ademin parecfan pro- meter que alli repartiria gracias sin cuento. Bernardita cumplié_fiel- — el encargo que se la habia he- cho ORACION PARA ESTE DIA jSantisima Virgen Marfa, Madre mia! A vos me llego fatigado y sin fuerzas de tanto luchar con las ad- versidades de la vida. Mi coraz6n cual frdgil navecilla es lleyado por los vientos de las tribulaciones a merced de las olas desenfrenadas de los vaivenes del mundo y corre a ¢a- da momento peligro de dar en los escollos del pecado o en el abismo de