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izo encomendero, como los demas espaiioles. Estan- en la isla abrazé el estado eclesidstico; él es el pri- ero en América que recibié el presbiterado y cele- r6 una Misa Primera. De sacerdote continud pose- F yendo indios en encomienda, aunque procuraba tra- _tarlos con suavidad. ' En 1514 se verific6 un cambio radical en su vida. _Leyendo las Sagradas Escrituras para preparar algu- | nos sermones de la fiesta de Pentecostés, sintiédse mo- vido por las sentencias de la Biblia contra los opre- sores del pobre. Abandé su encomienda de indios y comenz6é a trabajar en favor de los indigenas. Des- pués de hacerse Religioso Dominico siguié incansable en la defensa de los indios, luchando contra los eolo- ' nos espafioles y contra los juristas que defendian en Espaiia la licitud del trato que se daba a los indios. Ginés de Sepilveda fué quien més tenazmente com- | batié a Las Casas. En escritos redactados en latin muy elegante defendia doctrinas sumamente injustas. FE! Padre Bartolomé de Las Casas murié en el convento de Nuestra Sefiora de Atocha, de Madrid, en Julio ' de 1566. Atravesé el Atlantico catorce veces; recorrid ' muchas tierras de América y escribi6 varias obras en favor de los indios. El recuerdo de Las Casas no puede separarse del de Pedro de Renteria. Tenia amistad intima con. Las Casas. ‘‘Fué hiio de un bizkaino de la provincia de Gipuzkoa, hombre virtuosisimo’’. (Las Casas). Pedro | de Renteria tuvo el mismo pensamiento de Las Casas: | favorecer a los indios y libertarles de las encomien- | das. Su idea consistié en fundar colegios para instruir » y eduear a los hijos de los indigenas. : Vendié parte de sus bienes y did sn precio al Padre "Las Casas para que éste fuera a Castilla con la misién ' de interceder por los indios ante los Reyes. Poco des- / nués desaparece el recuerdo de Pedro de Renteria. ' “La historia no vuelve a hacer mencién de este Ren- » teria tan bueno; y a la verdad que bien acreedor era | a algiin recuerdo ulterior y a cue supiésemos en qué vino a parar un hombre que tanta parte tuvo en el | virtuoso propésito de Casas y en las consecuencias im- | portantes que de é1 se siguieron’’. (Quintana: Vidas ' de los Espafioles Célebres). 229. Fray Juan de Zumirraga. — Este Religioso franciseano nacié en Durango en 1468. Sus virtudes Je llevaron a oeupar cargos de importanecia en la Or- den de San Francisco. E] Emperador Carlos V, ane le conocié en Valladolid, le encargé aue extirvara las ¢reencias en las brujas, muy extendidas en Gipuzkoa en Bizkava. Poco después fué nombrado Obispo de México (27 de Diciembre de 1527). En su eualidad | de protector de los indios tuvo que luchar heroiea- mente contra las autoridades espafiolas, que ademas de negociar en la venta de esclavos, trataban a los naturales con la crueldad mas escandalosa. Las au- toridades civiles espafiolas prohibieron al Obispo inte- 'resarse por el bien de los indios; amenazaron a éstos - con la horea si acudian a é1 quejandose del mal trato “que se les daba; pusieron espias aue denunciasen a 'los que iban a casa del Obispo; nadie queria recibirle "en su casa. Pero el] heroico fray Juan de Zumarraga er he ane BAS rascal cata + — seein a= a oe A spe mann Ssmmeset 2SE Se A eRe contestaba a todas las amenazas: ‘‘Aunque me cueste la vida, no pienso desistir ni dejar de amparar, defen- der y desagraviar a los indios’’. Un Oidor de la Au- diencia, llamado Delgadito, le amenazé con eastigar- le como lo habia sido el Obispo de Zamora (don An- tonio Acufia). Valiéndose de un marinero bizkiaino consiguié hacer llegar hasta ‘Carlos V una carta que pintaba la situacién de Nueva Espafia y la perversi- dad de los miembros de la Audiencia. El Emperador los sustituy6 con otros de mejor conciencia. El gozo del Obispo fué tan. intenso, que eseribia: ‘‘Cuando estos Oidores me ‘dieron la carta que digo de V. M., les respondi que si me mandan azotar en un asno por esta plaza y me mandan dar muy mayor penitencia, yo no podria perder el gozo que tengo en mi alma por ver asi la redencién de la tierra’’. Ese amor a. los indios le movié a condenar la con- quista de la provineia de Xaliseo, que Nufio de Guz- man llevé a eabo con inusitada fiereza. En ese sentido dictaminé en la consulta que la Andiencia de México. le hizo. (6). é La aecién mas importante de fray Juan de Zuma- rraga, comienza después de su consagracién episcopal, verificada en Valladoli del 27 de Abril de 1533. Fund6 escuelas para instruecién de los indios, llevé a Méxi- co la primera imprenta para imprimir libros religiosos y edueativos en la lengua de los indigenas, Esa im- prenta fué la primera que se introdujo en el Nuevo Mundo; fundé6 también hospitales en México, vy uno en Durango; fomenté la agrieultura y arboricultura; propuso que se enviaran a México moriscos entendi- dos en el cultivo de los morales yv en la ceria de los gu- sanos de seda. (7); llevé de Espafia agricultores y te- jedores vy fundé una Escuela de Artes y Oficios para que los indios aprendieran a trabajar. Después de una vida empleada en aliviar Ja suerte de los indigenas americanos. expiré el 3 de Junio de 1548. Un afio antes habia sido nombrado por el Papa primer Arzobispo de México. 230. El P. Fray Francisco de Vitoria, — EB] nombre de este filésofo vasco adquiere cada dia nuevos pres- tigios. En el orden intelectual es una de las glorias mds puras de la nacién vasea. Nacié en Vitoria hacia — 1480. En el convento de San Pablo de Burgos, tomé el habito de la Orden de Santo Domingo, Fué enviado a la Universidad de Paris a hacer sus estudios. Per- manecié en esa ciudad auince afios, seis estudiando, los restantes ensefiando. De la capital de Francia pa- s6 a Valladolid y de esta cindad eastellana a la Uni- versidad de Salamanea. la mas famosa de Espafia. En esta Universidad continué ensefiando teologia hasta su muerte, acaecida en 1546. Su cftedra rebosaba de estudiantes, ansiosos de escuchar sus lecciones. Todos sus discipulos que fueron muchos y algunos de fama inmortal, se hacian lenguas de sus cualidades como profesor. i - Tuvo que intervenir en la solucién de ecuestiones == — | que agitaban la opinién de su tiempo. La que le ha ea dado fama m4s merecida es la relativa a la conquista de América por los espafioles. El retérico Ginés de Sepilveda defendia que los espafioles tenian derecho et ; 2 te: ; ae
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