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después de decir que el vasco no “se preocupé, coincidiendo | en esto con e) inglés, de dictar ninguna declaracién general ~ _ de derechos, como las que figuran pomposamente en las 'Constituciones modernas, afiade: “Para expresar el culto que el pueblo vasco rendia a la vida espontinea del dere- cho y para que nadie pudiera olvidarse de que una gran - parte del derecho, acaso la mds importante, no habia sido compilada en ningtin Cédigo, ni siquiera consignada por cs- erito, hace el Fuero Nuevo de Vizcaya, con gran oportu- idad, en la ley Il, tit. XXXVI, una declaracién que puede aplicarse a las otras provincias vascas, la de que el régi- men juridico del Sefiorio “es mas de albedrio que de sotile- za e rigor de derecho.” (“El @®spiritu del Régimen Foral _ Wasco”). (4) ‘Bs nuestro Fuero la mds absoluta contradiccién de cuanto a sefiorio en concepto feudal se refiere”. Y el gran historiador francés, Ag. Thierry, dice: “Ellos, los vascos, no queriendo ser ni sefiores ni esclavos, permanecieron pue- blo, mds pueblo, libre en sus montafias y yalles”. (Historia _ de la Conquista de Inglaterra por los Normandos). (5) La confusién del concepto de fuero con el de los de- -Trechos vascos esta bien expresada en estas palabras: “Los -mismos fueros y privilegios de que goza este Sefiorfo traen consigo la obligacién forzosa de concurrir siempre que el Rey lo mande y haya necesidad a la defensa del Reino; es- tos privilegios se concedieron por servicios que los bizkai- ‘nos hicieron en la conquista de las demas provincias de Bs- -pafia, por ellos y por la esperanza de que los habian de con- tinuar, pues el no continuarlos es opuesto y contrario a las mismas causas que los motivaron, y es faltar a aquella obli- gacién en que se constituy6 Bizkaya de continuarlos bajo las que se le concedieron”. De este modo hablé el Corregi- dor de Bizkaya en la Junta General de Begoiia, el 10 de No- -viembre de 1794. ; LECCION TRIGESIMA SEPTIMA _ SUMARIO.—iLog) vascos en los viajes de Colén. — El! mari- A, no Juan de la Cosa. — Expedicién de Magallanes. — Juan Sebastian de Elkano. 991. Los vascos en los viajes de Col6n. — No fué Crist6bal Colén el primer europeo que puso su planta — en el continente americano. Otros marinos desembar- - earon en sus costas en la Edad Media. Pero diversas - ¢irecunstancias impidieron a los europeos darse cuenta de Ja enorme trascendenei#a que tal hecho implica- ee, Gir’ : oe Es casi seguro que los normandos partieron de No- -ruega a Islandia y Groenlandia en los siglos X y XI. ‘Es también muy probable que los balleneros vaseos Hlegaron a las costas de Terra Nova en los siglos XIV ~y XV. (2). Hoy es admitido por los historiadores que si Colén se mostré tan decidido a emprender un viaje a tra- _ vés del mar tenebroso fué porque un marino le dié no- . ticias ciertas de que existian unas tierras, a las cuales dicho marino habia sido arrojado por una furiosa tem- pestad. Esto se sabe por testimonios contempordneos, como Gomara, el Padre Las Casas, el hijo del Almi- -rante, Hernando \Colén. El Padre Las Casas dice: ‘‘Es- to*es lo que se dijo y tuvo por opinién, y lo que entre - nosotros, los de aquel tiempo y en aquellos dias co- ~miinmente, como ya dije, se platicaba y tenia por cier- _. to, y lo que eficazmente movié como a cosa no dudo- sa a Cristébal Colén’’. (Historia de las Indias). _ Fundandose los historiadores en otro antiguo, Go- mmara, se inclinan a ereer que el marino, de quien re- tibié Colén la noticia de Jas nuevas tierras, era ua vaseo, que en algiin viaje a los mares del norte, ha- bria sido arrojado a las costas de América. El punto histérico de la patria y el nombre de ese marino es atin dudoso; pero es ya una verdad innega- ble que gran nimero de marinos vascos:tomaron par- te en los viajes de] Almirante Colén. a) Primer viaje. Salié Colén del puerto de Palos el dia 3 de Agosto de 1492; el 12 de Octubre del mismo aho desembareé Colén en la isla de San Salvador. _ No pudiendo Colén reunir las naves necesarias pa- ra su arriesgado viaje, ofrecié a los hermanos Pinzén la mitad de lo que obtuviese en su empresa, Los Pin- zon le ayudaron con los navios: la Pinta y la Nifia. La nave eapitana, Santa Maria, en la que viajé el Almi- rante, le fué ofrecida por un marino vasco, llamado Juan de La Cosa, el Bizkaino, Este famoso navegante y cosmégrafo dirigié, como maestre, su propia nave. Tuvo la gloria de llevar en ella al jefe mismo de la expedici6n. Es indudable que Juan de La Cosa acompafié a Co- lén en su primer viaje. En una Cédula Real se le de-- cia: ‘‘Fuestéis por maestre de una nao vuestra a los mares de Occidente, donde en aquel viaje fueron des- © cubiertas las tierras e islas de las Indias e vos perdis- teis la dicha nao’’... Se debe recordar que la Santa Maria naufragé en Santo Domingo en el primer viaje de Colén, Las Casas dice, por su parte: ‘“‘Juan de La Cosa, bizkaino, vino con el Almirante cuando des- cubrié esta isla’’. La mayor parte de los marinos de la Santa Maria eran compatriotas de Juan de La Co- sa, pues hablando Colén de los marinos de dicha nave, dice que ‘‘eran todos o los mas de su tierra’, refi- riéndose a Juan de La'Cosa, Colén fundé una pobla- cién con los marinos de la Santa Maria; fué llamada — ‘Navidad. Pronto desaparecié la colonia. Los historia- dores de aque Itiempo eulpan a los vaseos de la ruina de la poblacién. Entre otros, dice Las Casas : ‘‘Tuego que el Almirante se fué, comenzaron a refiir y a tener discordias entre si; tomaban las mujeres a sus mari- dos e iban a reseatar oro cada uno para si. Juntéron- se ciertos bizkainos contra los otros, y asi se dividie- ron por la tierra donde les mataron por sus eulpas y malas obras.’’ El] gobernador de Ja poblacién era don Diego de Arana. (3). ne b) Segundo viaje. Inmediatamente de volver Colén a Espafia, se comenzé a preparar otra expedicién a las nuevas tierras. Fernando el Catélico encargé al Se- norio de Bizkaya la preparacién de la flota. Casi to- da ella se construyé en Bermeo. Don Ifigo de Artie- ta, natura] de Lekeitio, debia ser su jefe. La eseua- dra se componia de seis navios, (4). Pero esta escua- dra, designada para emprender un segundo viaje al Nuevo Mundo, fué empleada, por orden de don Fer- nando, para conducir a Africa al tiltimo Rey de Gra- nada, Boabdil el ‘Chico, junto con otros mahometanos. Mas tarde se dirigié la escuadra a Sicilia. Colén salié de Cadiz el 25 de Septiembre de 1493. Llevaba diez y siete navios y mil quinientos hombres. De los documentos de la époea y de los eseritos del mismo Colén, se deduce que marcharon bastantes ma- rinds vase0s; siendo el mas famoso el ya conocido Juan de La Cosa. 7

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