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=r Taran a ac e emma all : D Bee rege eaear ger oe ; APs np r OE vie, a ba esta/gruzada por el rio Ebro, el mayor de los n por Euskadi. Por Nabarra corren: el (iyo curso sirve de frontera en algunos kil. entre los Hstados francés y espaiiol; desemboca en una " Gorren también por Nabarra el Arga, que pasa por Pamplona, al pie de sus murallas; el] Ega, que nace en Alaba y se interna en Nabarra; pasa por Estella; el Aragén, que tiene sus fuentes en la frontera_ de gp Francia y Espana. Todos los rios de Nabarra, exceptuado el Bidasoa, envian sus aguas at Ebro, unos directamente, otros ibdirectamente. © Casi todos som muy aprovechados para explotaciones Tindustriales; la agricultura también se beneficia de ellos para el riego de grandes extensiones. e 6° Cavernas. — Son muy numerosas las montafas » yaseas. El pueblo las ha rodeado de misteriosas }e- "yendas, que cautivan la imaginacién popular. Un su- persticioso respeto guardaba hasta hace poco sus se- _ eretos. Pero desde hace pocos afios van siendo estu- diadas por algunos sabios, especializados en el estu- dio de las primeras manifestaciones de la sociedad hu- a mana. Sus investigaciones han conseguido para la ~ ~~ ¢iencia resultados muy fructuosos. Por ellos sabemes - @] género de vida que hacian nuestros antepasados. En Gipuzkoa han sido estudiadas las cuevas de Lan- darbaso, situadas cerca de San Sebastian. En ellas se Han hallado huesos del oso y de la hiena de las caver- nas, de) leédn de las cavernas, de bisontes, de ciervos ' y de renos. Juntamente con esos huesos fueron ha- - “= Hados varios arpones con dos filas de dientes, varias ti fleehas de hueso. Los huesos de animales son mueho mas antiguos que los demas hallazgos. En Alaba es notable la ‘‘Cueva de los Gentiles’’, la cual sirviéd de vivienda humana en tiempos prehisté- ricos; en las de las ‘‘Pefias Canas’’ se han encentrado dibujos de figuras humanas, que algunos han inter- pretado como la representacién del robo de Elena por Jiipiter; las Cuevas de ‘‘Mairuelegorreta’’ son muy in- teresantes para el curioso y e] naturalista. En Nabarra son numerosas; pero no se han estudia- _ do atin. Figuran las de ‘‘Eulate’’’, en Urbasa; la de ~~ S- **Zugarzamurdi’’, en los Pirineos (4), y las de ‘‘ Alli’, ~ en el valle de Larratin. ; a Los ‘‘délmenes’’, que en estos tiempos han sido es- ~~ tudiados, suman una respetable cantidad. Hasta ahora ~ s6lo se han examinado los existentes en la llanura de _ Alaba y en las montafias de Aralar, Aitzgorri, Andia -_ y Urbasa. En ellos se han encontrado muchog huesos ~ - humanos mezelados con numerosos eristales de roca, objetos de pedernal, utensilios de madera, cuerno, pie- dra, metal y de ceramica. Los cristales de roca servian de talismanes. Son escasos los objetos de cerdmica, __no asi los de madera, en lo cual se asemejan los anti- ©. guos vascos de aquellas montafias a los actuales, que Sore siguen usando econ preferencias los utensilios de ma- dera sobre los de barro. Los dientes humanos encontrados en los délmenes - Yascos explorados pasan de mil. De un estudio resul- ta que los defectos dentales eran comunes entre nues- hermosa vega, entre Iran y Fuenterrabia y Endaya. tros antepasados; los dientes y muelas aparecen exce- sivamente gastados debido al género de alimentacién. En uno de’ los délmenes se ha descubierto una parti- eularidad tinica quizi en Europa. Un maxilar presen- ta los dientes incisivos humanos tallados en forma de letra V. Esta costumbre de tallarse en vida los dien- tes la tienen actualmente muchos pueblos australianos, malayos y negros afri¢anos. El sabio antropélogo vaseco, doctor Telésforo Aran- zadi, deduce del estudio de los huesos humanos des- cubiertos que los vascos de aquellos tiempos remotos (4.000? afos), no eran gigantes; tenian la estatura de los actuales habitantes. Poseian sélo mejor dentadura y m&s robustas mandibulas. (4). Las leyendas que el pueblo ha formado sobre los délmenes, refieren que en aquellas regiones montahe- sas vivid una raza fuerte y vigorosa, que deseché siem- pre la religién cristiana, permanenciendo en sus sU- persticiones. Por eso les dan el nombre de gentillek. Afiaden Jas leyendas que los gentiles eran enterrados con sus riquezas y sus tesoros. De aqui que casi todos los délmenes han sido removidos por buseadores del oro de los gentiles. (6). En las misma montafia' de Aralar, pero en la parte de Nabarra, descubrié un ilustre nabarro, Juan. Itn- rralde y Suit, una estacién prehistérica compuesta de varios délmenes y un menhir. Fueron los primeros des- cubrimientos que se hicieron en Aralar. Jturralde es- tudié mas de doce dé]menes adornados con las mismas leyendas sobre los gentiles. E] menhir, tinico deseu- bierto hasta ahora, es una piedra de cuatro metros de larga, de forma prismatica. de unos 56 centimetros de anchura en sus caras. Esté clavada en tierra; al ex- terior sdlo asoma un trozo de un metro; en una de sus caras tiene seis surcos paralelos, que parten de uma misma arista. En su parte media semeja la forma de un anzuelo; se encuentra ese ‘‘menhir’’ en medio de un valle de la montafia del Aralar. No se sabe lo qué significan los sureos, ni el fin y objeto de esa piedra. La imaginacién popular la ha rodeado de una inte- resante leyenda. (7). 7° Clima. — El clima es bastante himedo; las Ilu- vias son frecuentes. Los inviernos son largos y rigu- rosos a causa de las fuertes nevadas; no obstante, los frios no son muy intensos, exceptuados al sur .de Na- barra y de Alaba, donde la temperatura desciende ya- rios grados bajo cero. Pueblo situado a orillas del Can- tabrico, eubierto de vegetacién abundante y do atmds- fera nebulosa, en que los pedazos del cielo azul se ven de ordinario como a través de ventanas, que se han abierto en la espesa niebla, que se cierne sobre nosotros, las evaporaciones por fuerza tienen que ser copiosas y el agua ha de venir a fecundar la tierra que, sin ese riego continuo y fertilizante, seria tota)- mente improductiva por la calidad arcillosa de nues- tro suelo, que réquiere continua humedad’’. (Geogra- fia del Pasi Vaseo, Navarro, Guipitizkoa). 8° Ex Estados Vascos. — Euskadi se compone de seis regiones que hasta hace poco eran verdaderos Es- tados, Actualmente, por visicitudes de la historia, han

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