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59 En aquesteo acordaron Nauarros e su conpanna con muy gran poder entraron por tierras de la montafia. Amenasando los castellanos que todos serian muertos sopieronle lepuscanos e tomarongelos puertos. Con los de la montanna todos fueron ayuntados, as4s poca conpanna todos apeonados. 62 Dios les dié aquel dia grant seso e saber de una nueva maestria que luego fueron faser. 63 Las calderas que tenian con sogas las ataron de piedras las enchian 6 del monte las echauan. 64 Por donde yua una ladera bien como varones, dieron en la delantera do estauan los pendones. 65 Los cauallos se espantaron que tener non los podian contra la caga tornaron : que los franceses tryan. 66 Los de la caga cuydaron gue algunos los seguan las riendas todos tornaron contra Nauarra foyan. Docieon de la montanna Lepuseanos poca gente en los nauatrros con sanna, ferfan Prauamente. Leuaron los arrancados e callauan e ferian de asconetas e de dardos muy grandes golpes fasfan. En. alcance los leuaron muy gran tierra de andadura desta lid escaparon nauarrros con amargura. El caudiello escapé con muy poca conpanna e dexdé bien nueve mil muertos por la montanna. Aquesta los dexemos que lepuscanos vencieron e los fechos declaremos que después acontescieron. (Biblioteca de Autores Espafioles, tomo LVII) 60 61 67 68 69 70 71 LECCION VIGESIMA QUINTA a8 [ARIO.—Los bandos de Ofiaz y Ganboa. — Su periodo 4l gido. — Desaparecién de los bandos. reino de Nabarra, que se vid destrozado por los indos agromontés y beuamontés, también Gipuzkoa > que sufrir durante mucho tiempo a causa de los mdos ‘‘ganboino’’ y ‘‘ofacino’’. Ambos partidos se eresaron por los que se removian en Nabarra. Asi ganboinos eran partidarios de los agramonteses; ofacinos, de los beaumonteses. (1). familia de Ganboa era originaria de Alaba; la Ofiaz, de Gipuzkoa. Ambas fueron agrupando a su dedor otras muchas familias de Alaba, Gipuzkoa izkaya. Estos tres Estados se vieron envueltos en s civiles desenfrenadas, en las que se cometieron achos excesos. ‘ Fg artnet 144. Los bandos de Ojiaz y Ganboa. — A semejanza - Las dos familias comenzaron a adquirir importan- cia en el siglo XIIT, La de Ofiaz se distinguié por sus. continuos atropellos a los pueblos: de Nabarra fronte- rizos a Gipuzkoa. Desde el comienzo del siglo XV fi- guran ya los Ofaz en documentos de Nabarra como ladrones pésimos. (2). a Esas familias adquirieron después tal ascendiente, que toda familia que se tuviera en algo, se veia irre- misiblemente ligada a uno de los dos bandos. Todos aquellos guipuzkoanos levantiscos se llamaron “*Parientes Mayores’’ (Aide Nagusiak). Las guerras civiles constituian el] mal de las postrimerias de la Edad Media. Respecto de los bandos de Gipuzkoa an- bo una causa que fomenté el espiritu levantisco de las principales familias. Sus miembros no querian some- terse al régimen democratico de Gipuzkoa. Algunos de ellos habian sido agraciado por los reyes de Castilla con titulos nobiliarios por haber prestado auxilio en las guerras contra los 4rabes; otros habian aumentado de esa manera sus riquezas. No podian sufrir su poea importancia en el régi- men de Gipuzkoa, ni llevaban en paciencia el poder de otras familias. Mutuamente se envidiaban, y segin el uso de la époea procuraban humillar el poder de sus. adversarios por medio de la fuerza de las ar- mas (3). A cuantos econédmicamente dependian de ellos, empujaban a aquellas contiendas. El parentesco, la amistad, el medio eran también grafi parte en ad- herirse a los bandos. (4). 145. Su periodo algido, — Esas contiendas llegaron a su mayor crudeza durante el siglo XV. Como se com- prende, no se trataba de ningtin problema vasco, sino que eran luchas de familias poderosas, empefiadas en su mutua humillacién. eee Dada la fiereza de aquellos tiempos, se puede caleu- lar qué estragos producirian. Fueron tan graves en Gipuzkoa, que la Junta General de Getaria reunida en 6 de Julio de 1397, bajo la presidencia de Gonzalez Moro, dicté leyes severisimas contra quienes tomaran parte en las luchas; castigaban con la pérdida de to- dos sus bienes a los perturbadores de la paz; y si no tenian bienes, les condenaban a muerte. Pero los robos, asesinatos e incendios continuaban. Los ‘‘Parientes Mayores’’ desafiaban piblicamente a las viyllas; y Mondragén fué ineendiada. En 1456 fue- ron de nuevo desafiadas las villas por los banderizos. 146. Desaparicién de los bandos. — Los desmanes de los ‘‘Parientes Mayores’’ llegaron a tal punto, que suscitaron el odio de gran parte de Ios miembros gui- puzkoanos. Las Juntas Generales lucharon por medio de leyes duras contra los banderizos. A quebrantar su poderio contribuyé la fundacién de numerosos centros de poblacién. El caserio aislado y apartado uno de otro habia sido durante muchos si- glos la habitacién ordinaria del vasco. Desde que al- gunas familias poderosas comenzaron en e] siglo XIIT a perturbar la tranquilidad de Gipuzkoa, se inici6 una fuerte tendencia a agruparse en centros de poblacién, en los cuales era mas facil resistir a los ‘‘Parientes Mayores’’. A medida que prosperaban éstos, se veian mas claramente la necesidad de fundar pueblos. Los
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