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pre: a) ee gris rae ae tru cidn de sus ecastillos: ‘‘Los nabarros sufrieron es- to muy amargamente, pues fué duro espectaculo para ‘ellos el contemplar la destruccién de los muros de sus istillos y la desaparicién, desde sus fundamentos, ce s fortalezas fuertes que en algunos lugares tenian. ntoneeés comprendieron que se hallaban vencidos y im esperanzas de rebelarse con fruto.’’ (Alv. Gémez: De Rebus Gestis F. Ximenii, I. V). 114, Se renuevan en tiempo de Carlos V. — El rey los I de Castilla (V de Alemania y IV de Naba- fra), al tomar posesién del trono de Castilla, se ineli- tha a ceder el Reino de Nabarra a los reyes legiti- nos, don Enrique, hijo de dofia Catalina y de don Juan. Defendian esta idea los consejeros belgas de don Carlos. Se oponfan tenazmente Cisneros, el Con- jo de Castilla y el Arzobispo de Zaragoza; alegaban zones estratégicas. Cisneros atin. reprendié a Car- YV porque pensaba dar libertad al Mariscal de Na- ra, don Pedro, el cual fué preso por Villalba. Fra- saron varias conferencias sobre la devolucién de abarra. » Cuando estaillé la guerra entre Francisco I, Rey de francia, y Carlos V, coronado emperador de Alema- a, el rey francés exigié la restitucién de Nabarra. ntonces, viendo don Carlos que los asuntos de Na- rra se eriredaban, llevé a la ciudad de Valladolid a! ' Mariseal, don Pedro, prometiéndole la libertad y ho- ‘nores si le juraba obedincia. FP heroico militar y pa- i0ta nabarro contesté al gran Emperador: ‘‘Que fa!- Tia a sus antiguas. obligaciones, si volviese atrés en reconocimiento que profesé a los reyes pasados, a jenes tuvo por naturales y legitimos; que aunque Te estimulase el mayor de los respetos de esta vida, Mo desistiria de su propdésito. Y ansi les pidié que no _ prosiguiesen mas en aquellas exhortaciones, que por ‘Imperiosas que fuesen, tenia él ya determinado de orir como siempre habia vivido’’. Le encerraron des- és en ila fortaleza de Simancas, donde una mafiana "aparecié bafiado en sangre y las venas cortadas (24 de Noviembre de 1522). Carlos V dié, seguramente, Orden de matar callada y cruelmente al gran patriota barro. (7). Nabarra ertera ardia en deseos de independencia, eriendo aprovechar los disturbios producidos por s Comunidades de Castilla (8), y enojados por los eesos de los soldados castellanos. El Virrey de Na- rra. Duque de Najera, decia en carta al rey de Cas- ila que los 4nimos se habian mudado, que no se po- dia fiar de los soldados del pais y que ‘‘aqui se ne- sitan soldados extranjeros’’ y que ‘‘seria convenien- eontentar al pueblo en el negocio de los Fueros”’ 5 de Marzo de 1521). Los habitantes de Pamplona “Saquearon e] palacio de] Virrey y llegaron hasta arras- “trar el escudo de Castilla por el suelo. Nabarra se "conmovid; los del bando beaumontés, unos se sintie- ron patriotas, otros huyeron, entre ellos el Conde Ge erin. (9). ; é ; | Don Enrique, hijo de don Juan y de dona Catali- a, habia entrado en la Nabarra peninsular el 10 de gosto de 1521. Su ejército se comporia de 12.000 in- ntes, 800 lanzas y 29 caiiones, los mandaba Andrés Foix, Sefior de Asparros. En el] sitio que pusieron Ree ee Pi y Be OT OS a a a Pamplona cayé herido de bala de piedra Inigd de ‘Loyola (20 de Mayo de 1521). Luchaba contra los na- barros: Del entusiasmo popular se puede juzgar por ‘lo que eseribié un testigo oeular de los acontecimien- tos: ‘‘Os hago saber que los franceses han sitiado a San Juan de Pie de Puerto, y con tal furia que bien’ pronto la ciudad se entreg6é a misericordia. Por el va- lle de] Ronkal, por Maya y por San Juan avanza tal muchedumbre de gentes que no se puede contar. San- giiesa, Caseda, Gallipienzo se declararon ayer por ¢i rey don Enrique, teniendo a su cabeza a don Pedro de Nabarra, hijo del Mariscal. El Sefor Duque de Najera ha huido de Pamplona. Est&, -pues, la ciudad duefia de si misma. Mafiana Hegara el ejército francés y se dice que los franeeses no tendran necesidad de quitarse las espuelas para tomar la fortaleza, y la co- sa parece cierta. ‘Todo el Reino, all igual que la monta- fa, se ha declarado por el rey don Enrique, y creo yo que el Duque de Najera tendré que agradecer a Dios si llega a Castilla’’. (Carta de 17 de Mayo de 1521). E] General de don Enrique, Asparros, juré los Fue- ros en Villalba, en la casa denominada de Atarrahia; los representantes de Pamplona juraron en el mismo lugar que guardarian fidelidad a don Enrique. El Sefior de Asparros se porté muy mal en Nabarra; entr6é en Ja Rioja lo cual excité e].odio de las pobla- ciones contra sus soldados. Tuvo que retirarse hacia Nabarra, pues le seguia de cerea el Conde de Lerin y el Duque de Najera con 4.000 hombres. Los dos ejércitos se encontraron muy cerea de Pam- plona, en los campos del pueblecito de Noain, donde quedaron muertos cinco mil hombres. Decidié la ba- talla a favor de los castellanos Juan Pérez de Ainzior- do, que dirigia a los guipuzkoanos. La batalla de Noain tuvo Ingar el 30 de Junio de 1521 (dia Domingo). No se desanimaron los patriotas nabarros por tan grave derrota. Al afio siguiente organizaron otra in- tentona contra los ejércitos de Castilla y se apodera- ron del castillo de Amayur (Maya), después de en- trar al Baztén por la Benabarra. Pronto fueron sitia- dos por los soldados eastellanos dirigidos por el Du- que de Miranda; también se hallaba entre ellos, los sitiadores, el Conde de Lerin. Los nabarros leales opu- sieron tenaz resistencia. ‘‘El Virrey quedé admirado, y diciéndole el Condestable (Conde de Lerin), que no tenia por qué asombrarse siendo nabarros los de- fensores, entré en mayor eélera y safia’’, Consumidos los viveres y municiones se rindieron los defensores. Establecié como condicién el Aleaide del castillo, Jai- me Belaz de Medrano, que serian respetadas las vidas de sus soldados. Este hecho, importantisimo en la his- toria de Nabarra, ocurrié el 19 de Julio de 1522 (11). No se cumplié el compromiso, pues varios de los ea- balleros nabarros fueron ejecutados en la ciudadela de Pamplona. En Amayur se perdié definitivamente ia independencia de Nabarra. La resistencia que atin opusieron algunos nabarros en Fuenterrabia duré poco, pues en 29 de Febrero de 1524 las tropas castellanas entraron en su castillo. Una de las familias que mas heroicamente peleé con- tra Castilla, fué la de los Jatsu, Sefiores de Jabier, a é 2 acciapalien oak nie ls

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