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se sabe si el arbitraje se llevé a cabo. Aunque ntado por el momento el poder de los nobles, omprometieron éstos a no reconocer por rey a don aldo TI si antes no enmendaba los contrafueros idos por su padre (4). Para esto obligaron a don baldo a que prestara un nuevo juramento en el de la coronacién. He aqui la férmula a la que le yaron: ‘“‘Juramos que tengamos ecascunos en lures os, o en lures franquezas, et en todos Iures dreytos menas costumbres entegrement... Juramos que faremos todas las fuerzas, et todos los tuertos, et ; las malas tueltas, et todas las costumes que don alt, nuestro padre, fiso, e so tio el rey don San- 9, et el padre del rey don Sancho...”’ _ Cuando don Teobaldo II llegé a mayor edad obtu- lel Papa Alejandro IV le desligase de su juramen- e le habian obligado a prestar los nabarros (6 ‘oviembre de 1257) (5). a lucha entre los reyes y la mayor parte de los os habia comenzado en tiempo de Sancho el e. Los contrafueros de éste habian producido ho descontento. Los nabarros resistieron tenaz- las pretensiones de los Teobaldos. Pensaron quesi don Sancho el Fuerte, rey de estirpe vas- habia cometido contrafueros, era mayor el peligro ndose de los reyes de la (Casa de: Champagne a S cuales se podia aplicar las palabras del Fuero Ge-. al: *‘Rey ombre de otra tierra et de extrannio lo- ‘ar et de extrannio lengoaje’’. Don Teobaldo I viose obligado a reconocer que co- ) era nuevo en Nabarra no entendia atin sus costum- A fin de no quebrantar aquellas costumbres, que m fuerza de ley, convino don Teobaldo con los bles en poner por escrito todos sus derechos. Este erdo, importantisimo en la historia de Nabarra, se en Estella en 1237. specto de Teobaldo II ya conocemos el juramen- que hicieron de no reconocerle como rey sino bajo Wertas condiciones. Los nobles se comprometieron nbién a ayudarse mutuamente en su resistencia al Esta asamblea se reunié en Olite (6). Bae 87. Juicio sobre esta dinastia. — Desde el reinado ‘los Teobaldos comenzé la lucha entre el espiritu anjero y el espiritu nabarro. Este conflicto tenia originarse necesariamente desde e] momento en ® entraran a reinar dinastias extrafias. A diferencia los reyes de la dinastia Pirinéica, los cuales mira- ron siempre hacia Castilla, los de la Casa de Cham-— pagne mantuvieron estrechas relaciones con los de Francia. De aqui nacié el cuidado por aclimatar en Nabarra la cultura de su pais. Re No fué lo lamentable este cambio de politica, sino el espiritu nuevo, que se queria infiltrar, el cual era completamente opuesto a las costumbres y modo de © ser vascos. Otra novedad del tiempo de los Teobaldos consis- _ ti6 en mezclar a los guerreros nabarros en empresas _ europeas. La reconquista del pueblo nabarro de ma- nos de los moros se hizo pronto; los Teobaldos to- — maron parte en la lucha por recuperar el Santo Sepul- ero del poder de los musulmanes. BN ANOTACIONES ee (1) Champagne es una regién del norte de Francia, eé lebre por sus vifiedos que producen_el vino, que lleva su — nombre. 5 i . erin eee (2) Se da el nombre de rCuzadas a las expediciones mi- litares, que los cristianos del Occidente de Europa hicie- ron a Palestina para recuperar el Santo Sepulcro y demas Lugares Santos del poder de los mahometanos. Tomaron parte todos los pueblos de Buropa. La primera tuvo lugar en 1096; la tltima en 1274. ~ * ; alle ae Ps (3) Los “Maniqueos” eran una secta del tercer siglo del Cristianismo. Admitfan dos principios: el del bien y el del mal. En deducciones légicas Tlegaban a admitir la inmo- © ralidad como algo santo y bueno. En.el siglo XII varias sectas religiosas renovaron esos errores. ~- é (4) La férmula de este juramento decfa: “Yo juro po Dios et por estos Santos Evangelios et por esta Santa Cruz, que si don -Thibalt (el Segundo) non quissies jurar estas cosas, ass{ como escriptas son en esta carta, que no lo otor-— gue por rey ni tenga por seynnor ata que jurado las haya...” (5) Este abuso de la autoridad religiosa en los asuntos politicos de Nabarra arranca al fervoroso catélico don Ar- turo Campién estas palabras: “Meterfa grima, sefiores, si no lo templase el respeto, observar cémo en dos circunstan- cias memorabilfsimas de la historia de Nabarra cuando se afianzaban y completaban sus libertades y cuando la roba- ron su independencia nacional, el nombre sacrosanto de la ‘Santa Sede prest6 sombra a los enemigos de tan inestima- bles bienes.” (“La Constitucién de la Primitiva Monarqufa — y el Origen y Desenvolvimiento de las Cortes de Nabarra”), (7) He aqui las palabras de mutua nuit! “Estos sobre- nocbrados jurados se deben ayudar por la jura que feyta-— : 2 ban contra todos aqueyllos que en esta jura non queryan = estar que de Nabarra sean”,

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