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ee a Se eee Sa a (7) ‘Con el casamiento de Dofia Elvira y Dofia Sol, hijas p1 Cid, con los Infantes de Nabarra y de Aragén, termina grandioso poema de “Mio Cid”. Uno de los objetos del es cantar la gloria que vino al Cid con esos casa- Bientos, mucho mds honrosos que los verificados anterior- mte gon los Infantes de Carrién: Ficieron sus casamientos dofia Elvira e dofia Sol; los primeros fueron grandes,”mas aquestos son mijores; _@ Mayor ondra las casa que lo que primero fo. Veed qual ondra cresce al que en buen ora nascid, cuando sefioras son sus fijas de Nabarra y de Aragon. Oy los reyes d’Espafia son parientes son. _ A todos alcanza ondra por el que en buena nasci6é. (Edicion de R. M. Pidal). (8) Un poeta de su tiempo dijo de él: “El Rey que a Tudela posee, el mejor caballero que jamds monté en silla.” (9) Cuando en Julio de 1912 se celebraron en Pamplona solemnes fiestas en recuerdo del séptimo centenario de la batalla de Las Navas, una de las notas mds simpaticas fué la presencia de varios representantes de los pueblos vascos continentales, sobre todo de la Benabarra. (10) El Arzobispo de Toledo, don Rodrigo Jiménez de Rada, naciéd en Puente la Reina (Nabarra), en 1170. Se se- fial6 en la batalla de Las Navas. Asistid al ‘Concilio de Letran. en el que pronuncié.un discurso en euskera. Dscri- bié en latin: “Breviarium Ecclaesiae Catholicae”’, que se con- serva en la biblioteca de El Eseorial; una “Historia Cothi- ca”, a la que afiadié un libro sobre los Ostrogodos, Hunos, Vandalos y Suevos. (11) En los claustros de la Catedral de Pamplona hay "una hermosa vyerja fundida con el hierro de trozos de las _ cadenas de Las Navas. En la Diputacién de Nabarra se guar- am las que Sancho el Fuerte colocé en el Monasterio de ratxe. LECCION DECIMA CUARTA SUMARIO.—Juicio sobre esta dinastia. — Su conducta con el euskera. — Concesién de fueros a algunas po- blaciones. — Los Monasterios de Nabarra. — El Peregrino Aymerig Picaud. 79. Juicio sobre esta dinastia. — Ya dijimos antes ' que la obra a que se dedicaron los Monareas de la pri- ' mera dinastia fué la de reconquistar el territorio del ' poder de los mahometanos. Consiguieron su objeto ' muy pronto. El territorio genuinamente vaseo quedé _ libre de la dominacién Arabe antes que los Reinos cris- tianos de] resto de la Peninsula. En un principio se titulaban los Monarcas ‘‘Reyes | de Pamplona’’. Sancho Abarca fué el primero que se | titulé ‘‘Rey de Nabarra’’. ' Todos esos reyes estuvieron dotados de grandes cualidades guerreras. Pero les falt6 lo que debian ha- ber tenido en grado sumo; ninguno de ellos demostré poseer: una conciencia genuinamente vasca. Natural era que de la carencia de una idea nacional] vasca na- ¢cieran muchos errores. Dos fueron los mas notables. El primero que descuidaron, la conservacién bajo su dominio de la regién de Jaca, tierra pobre y montafio- sa, pero en equllos tiempos habitada por vascos. Por ser_pobre permitieron que se perdiera para el Reino de Nabarra; de rechazo se han perdido para siempre pa- ra la nacién vasca. Procuraron, por lo contrario, con- servar y atin extender su dominio por lo que actual- mente es la Rioja, regién rica y feraz, pero donde él elemento vasco se hallaba en visible decadencia. La separacién de Jaca del Reino de Nabarra se de- be, como vimos, a Sancho III Gareés, el Mayor. Otro error mas grave fué el de haber desatendido la unién de Nabarra eon jos otros Estados vascos. Los intereses de la raza reclamaban esa unién. Los Reyes nabarros, por su prestigio y su fuerza, podian haberla _realizado; pero no lo hicieron. A Bizkaya les era facil atraerse por medio de casamientos entre la Casa Pi- rinaica y los sefores de Bizkaya. Desoyendo la voz de la nacionalidad unieron sus hijas econ reyes castel!a- nos, por cuyos intereses trabajaron desde entonces con demasiada actividad, consideréndolos como pre- pios. Alaba y Gipuzkoa se separaron en tiempo de Sancho el Fuerte. (1). 80. Su conducta con el euskera, — Del poco cuida- do que tuvieron los Reyes de la primera dinastia d2 fomentar la cultural nacional vasea, es facil conven- eerse recordando que se dieron mucha prisa en adop- tar la lengua castellana para redactar sus documen- tos. La practica general en Europa era usar la lengua latina en los econtratos, ventas, leyes, ete. Los Mo- narcas nabarros abandonaron el latin y adoptaron el castellano para su uso en los documentos, a pesar de que eran poquisimos entre los nabarros los que co- nocian el lenguaje de Castilla. (2). Se dieron tanta prisa en adoptar el castellano, que se adelantaron unos sesenta afios a los mismos reyes de Castilla. El primero de éstos que empezé a usar el idioma vulgar de su reino en documentos piblicos fué - Alfonso el Sabio (1252-1284). 81. Concesién de fueron a algunas poblaciones. — Los Reyes solian conceder especiales favores a algu- nos lugares, ya fuera para mejorarlos, ya fuera para atraer sobre ellos numerosos pobladores. Aquellos pri- vilegios se llamaban. ‘‘fueros’’. Hoy nos admiran algunos de los fueron concedidos a ciertas poblaciones. Los Monareas se mostraban més generosos con los pueblos que deseaban aumentar eon gentes extrafias. Como éstas solian llegar de Francia, se Ilamaba a dichos fueros ‘‘franquicias’’. La presen- cia de aquellos extranjeros originéd a veces mfs de un desorden. Los nabarros les miraban con odio, De aqui que, para evitar revueltas, hubo necesidad de prohibir a los nabarros habitar en los barrios ocupa- dos por los ‘‘franeos’’. 82. Los Monasterios de Nabarra. — Fué rasgo co- mtn a todos los Monareas Pirinaicos la religiosidad, que se manifesté6 en la fundacién de numerosos mo- nasterrios. En Nabarra, como en el resto de Europa, los monasterios_fueron los centros de la civilizacién. (3) Ei mas famoso en el Reino de Nabarra es el de ‘‘Leire’’. Se halla situwado cerca de Jabier y préximo a la frontera de Aragon. Consta de su existencia en documentos del siglo IX. Ifiigo Jiménez Aritza le hizo grandes donaciones. Los Reyes siguientes continuaron favoreciendo a dicho monasterio de San Salvador de Leire. Tanto aumentaron las mercedes que ejercié se- fiorio sobre 58 pueblos, poseyé iglesias e innumerables posesiones. Con motivo de la traslacién al Monasterio de los euerpos de Santa Nunila y Alodia, martiriza- 51
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