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la Galia (Francia). En conquistas sucesivas extendie- ron cada vez m4s su poder y acabaron por dominar ¢a- si todo el territorio que hoy llamamos Francia. Desde la conversién al Catolicismo de su caudillo Clodoveo (496), el pueblo franco adquirié gran importancia en Ja mareha de la civilizacién. (1). Contra ambos pueblos germanos, visigodos y fran- 3, lucharon incesantemente los vascos. Aquellos pue- os sumamente belicosos amenazaban su vida por el 61. Los reyes merovingios. — La primera familia que gobern6 a los francos fué la de Meroveo. Por eso, ie da el nombre de Merovingios a los reyes de aquella astia. Desde Clodoveo comenzé a decaer; sus miem- bros eran un perpetuo eseaéndalo por sus vicios, eri- enes e ineptitud. La historia les conoce con el nom- bre de Reyes Holgazanes. (2). (Casi todos ellos atacaron a los vascos continentales. el afio 581 mandé Chilperico a su General Bladas- a que sometiera a los vascos, los que le mataron toda su gente; en el afio 587 fueron los vascos nes tomaron Ja ofensiva, invadiendo la Novempo- -pulania; en 602 fueron sometidos los vaseos por los re- yes Teodoberto II y Tierryll, quienes nombraron al da- ie Genial como Gobernador de los vascos; pero en estaban ya revolucionados contra el extranjero; 635 hicieron otra incursién los vascos a sangre y ° en los dominios del rey Cariberto; mas Dagober- ermano de Cariberto, llevé gran ntimero de tropas is de los vascos, a muchos de los cuales quité la hizo prisioneros a otros, y quemé multitud de vi- riendas. Sélo uno de los ejércitos francos, el mandado or Arimberto, fué aniquilado por los vascos de la ac- al Zuberoa. (3). as campafas indican claramente que los franecos lominaron de una manera estable a los vascos. Los pueblos germanos, visigodos y francos, acabaror r ser vencidos por aquellos rudos y valientes mon- neces. — a Los francos en su deseo de sujetar a los vascos, em- earon dos métodos distintos. En un principio opta- on los reyes francos por gobernar a los vascos por medio de duques, 0 gobernadores francos. Como nun- ea los vascos continentales se aquietaran con la pre- - sencia de aquellos extranjeros, cambiaron de sistema los reyes de los francos. Desde entonces fueron gober- ados por duqueés de raza vasea. Era la intencién de s francos que esos gobernadores de estirpe vasea for- maran, valiéndose de su influencia, un partido amigo _los francos. Esta tactica dié resultados del todo opuestos a los _ 62. Carlomagno. — La familia merovingia, la de los Reyes Holgazanes, fué suplantada por la familia ilustre de los Carlovingios fundada por Pepino de He- ristal. El miembro mas célebre de esa familia fué Carlo Magno, hombre realmente extraordinario en los asun- tos de la guerra y de la paz. Su inteligencia y voluntad consigmeron establecer la unidad politica de los franeos. Llevé a cabo 57 ex- pediciones guerreras durante su reinado que duré 47 afios. Aun ocupado en asuntos de guerra no deseuidé el desarrollo de Jos intereses materiales, ni los traba-— jos de utilidad ptiblica, como los caminos y los puen- tes; fomenté también con gran interés la instruecién = de los franeos; en su mismo palacio establecié una es- euela, en la que él estudiaba y discutia con los Obis-_ " pos y monjes, que dirigian la ensefanza, Sus leyes constituian un adelanto importante para su époea. 63. Derrota de Roncesvalles. — A ese. poderoso mo- narea infligieron los vaseos una grave derrota en el — afio 778 (15 de Agosto). . soe El] gobernador musulman de la ciudad de Zaragoza (Aragén), Suleiman-Ben-Alarabi deseaba hacerse in- dependiente del Sultén de Cérdoba, Abderraman [. Para conseguir sus propésito llamé en su auxilio al rey de los francos, ya célebre en aquellos dias. E] Em- perador Carlo Magno, deseoso de extender sus domi- nios, se puso en marcha hacia Zaragoza, dirigiendo un ejército compuesto de gentes de Borgofa, Austria, Ba- viera, Septimania. Al atravesar Nabarra, no perdié la — Ocasién de dafar a los vaseos. Tomé, pues, a Pamplona y destruy6 sus murallas. Los vasecos aguardaron la vuelta de Carlo Magno para castigarle. Como no te- nia otro paso para atravesar los Pirineos que muy es- trechas gargantas, le esperaron en Luzaide, en la cual aniquilaron la retaguardia del ejército franco, que no pudo defenderse por lo inesperado del ataque y la estrechez del lugar. See eel Murieron personas muy queridas del Emperador, entre ellas Egarto, Jefe de Palacio, y Rolando, sobri- no de Carlo Magno y tan celebrado en los Libros de Caballerias de la Edad Media. El encuentro no tuvo lugar en la pequefia: llanura de Orreaga (Roncesvalles) sino en la garganta de Lu-— zaide. Este es el nombre que tiene en euskera el pue-— blo, que en las lenguas romdnicas lleva el de ‘‘Val- earlos’’, designacién muy posterior al hecho que na- rramos (5). Que e] castigo fué terrible se deduce de lo que el — cronista Eginardo dice al narrar la vida de recié en el corazén del Rey gran parte de la alegria por las cosas pasadas felizmente en Espana’’. Y un poeta sajén que escribié en verso los hechos del Em- perador dice: ‘‘...la victoriosa turba nefanda de 1a- — drones arrebaté ecrecida presa y maté a muchos’’. Am- bos reconocen la gravedad de la derrota (6). 64. Desfiguracién de este hecho. — Fué muy lamen- table que los vascos no legaran a la posteridad el re- cuerdo de su victoria. Pero asi es; ni un monumenito, — ni una poesia, ni un canto guerrero atestigua que ellos y sélo ellos derrotaron a Carlo Magno. Todo lo que sabemos se reduce a lo que quisieron eontarnos los vencidos. : ete Si los vaseos hubieran hablado, no se hubiera des- figurado el suceso (7). ees i age Carlo — Magno: ‘‘El reeuerdo de esta herida recibida obsen-— aa “4 g 2 a i

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