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El hecho y el concepto de la Reconquista espaiola pueden ser aplicados a Euskadi. Los 4rabes no se poderaron de la tierra vasea, sino en puntos muy ais- dados. Si no cayé Euskadi en poder de los musulma- nes, bien se comprende que no hubo necesidad de re- conquistar lo que no se habia perdido. (3). La lucha que sostuvicron fué la que se veian pre- eisados a sostener desde muchos siglos atrés; sélo cam- 16 e] enemigo, a quien combatian. En tiempo del Im- perio Romano pelearon contra los latinos; en tiempo x tel Reino Visigético, pelearon contra los visigodos; ‘desde 711 se vieron precisados a luchar contra los ma- hometanos. El campo de batalla era siempre el mismo; tan s6lo cambiaba uno de los combatientes. 58. Los primeros reyes cristianos. —- Con frecuencia vemos a los vascos en el tiempo que estamos historian. do pelear contra los reyes cristianos de] Reino de As- ‘turias, que estaba formdndose. Es chocante que, vi- viendo en peligro de caer en poder de los arabes, pen- Saran en hhacerse la guerra los cristianos unos a otros. La explicacién es bien sencilla. Desde los primeros momentos se vierOn atacados de ambicién muchos re- yes de Asturias. Con pretexto de que ellos eran los que primeramente habian dado el grito de oposicién al mahometismo, se creyeron con derecho a dominar y Someter a su centro todos los cristianos. Fué su pensa- miento e] rehacer el Reino Visigético. Asi, pues, pron- to quisieron conquistar la tierra de los vascos. Es que - contimuaba siempre viva la oposicién de las dos razas. 59. Expedicién de Fruela. — En 761 se dié el ejem- plo de aquella ambicién de los primeros reyes cristia- nos. (4). Impulsado por su odio de raza y por la am- bicién, el rey Fruela reali26 una expedicién militar contra los vascos para someterlos a su dominio. Sus ' empefios fueron initiles. Los vascos conservaron su in- ' dependencia. Al oponerse no hacian los vascos sino defender su independencia, la cual no la debian a los reyes de As- turias, ni a ningtin otro de la tierra, sino a la natu- Yaleza misma. No obstante, estas ambiciones dé los reyes de Astu- _Tias, los vascos prestaron al incipiente reino de Astu- » rias continua ayuda en su lucha contra los arabes. La ' comunidad de ereencias religiosas les unia para luchar contra el enemigo comin. Pero de que pelearan juntos en defensa de la Religién y de la independencia ame- azadas por los musulmanes, no se sigue que los vas- cos estuvieran sometidos a los reyes de Asturias. Les ayudaron por propia voluntad, sin tener la obligacién de hacerlo. Asturias y después Castilla pagaron muy mal aquel beneficio. (5). El auxilio que los reyes nabarros prestaron en tiem- pos posteriores a los reyes de Castilla, en la tarea de reconquistar el suelo espafiol, fué uno de los motivos por los que se torcié la conciencia nacional vasea, Tan- to se. mezclaron los reyes de Nabarra en asuntos es- pafioles que acabaron por creer que se trataba de asun- tos propios de Nabarra. (6). ANOTACIONES (1) Después de la invasién arabe quedaron los espafioies divididos en tres clases: unos apostataron de la fe eristiana y se sometieron gustosos a la dominacién drabe; recibieron el nombre de muladies”; otros se sometieron a los musul- manes, pero sin renegar de la fe cristiana, se Namaron “muz- arabes’; otros, muy pocos, se refugiaron en Jas montaflas de Asturias y emprendieron la reconquista. (2) “Alaba namque Biskaya, Aikona, Ordunia a suis inco- lis semper esse possesae reperiuntur”. (3) La idea de la Reconquista, de la cual dice el notabi- lisimo M. Menéndez y Pelayo, que es “una abstraccién m»- derna, buena para sintesis ‘histéricas y discursos de aparato”. (Antologia de Poetas Liricos Castellanos, t. 1, p. IX), sirve continuamente para mezclar a !os vascos en la historia ue Espafia. Oradores elocuentes y bien preparados en otras dis- ciplinas, fabrican discursos y sintesis histéricas sobre la idea de la Reconquista, en las cuales muestran su ignorancia respecto de la historia vasca. (4) Los modernos historiadores espafioles participan tam- bién del criterio de los primeros reyes de Asturias. Asi, por ejemplo, don Modesto Lafuente, al tratar. de la expedicién de Fruela, escribe en el titulo del capitulo: “Sublévanse ios vaseones y los sujeta (Fruela)”, y dice después en la narra- cién: “Una rebelién de los vascones contra la autoridad de Fruela en el] tercer afio de su reinado demostré ya la tenden- cia de aquellas gentes altivas a emanciparse del gobierno 4 Asturias”, Este historiador encuentra la causa de esa ten- dencia en “la indole misma y en la independiente arrogancia de los pueblos vascones, tan distintos de los demas pueblos de Espafia en el cardcter, en lengua ,en costumbres, siem- pre dados a gobernarse a si mismos por caudillos propios y de libre eleecién. (Historia de Espafia, t. 1, p. 169). (5) “Los Reinos engendrados por el Reino de Nabarra, como el cuervo de] refran popular, sacarfn los ojos al que les aliment6 y dié vida. Nabarra luchard gloriosamente por la “civilizacién” con los reinos moros; y por la “existencia’’ con los reinos cristianos’. (A Campién: El Genio de Naba- tra, p. 138). (6) Pronto emparentaron los reyes de Nabarra con los peninsulares. “Estos parentescos y amistades les persuadie- ron a inmiscuirse en negocios perturbadisimos y enmarafa- dos por ambiciones de los reyes peninsulares, y a sentir y querer como uno de tantos, perdiendo en parte el sabor y el calor genuinamente vascénicos”. (A. Campién: ‘Nabarra en su Vida Historica, p. 427). LECCION DECIMA SUMARIO.—Los vascos y los francos. — ‘Reyes merovin- gios. — Carlo Magno. — Derrota de Roncesvalles. — Desfiguraci6n de este hecho. — Invasiones de Ludovico Pio. 60. Los vascos y los francos. — Se ha visto en las leeciones anteriores c6mo los vascos peninsulares eran continuamente atacados por cuantos pueblos iban apo- derandose de la Peninsula. Tuvieron que defenderse de los primeros reyes eristianos de Asturias. También los vascos continentales se vieron muchas veces amenazados en su vida independiente. Se aseme- jaban en esto a los vascos de la Peninsula. La historia de aquellos afios se reduce a lo mismo; la narracién de la lucha por la libertad. La tiniea diferencia estaba en el enemigo, a quien se combatia. Mientras los vascos de la Peninsula luchaban contra los visigodos, contra los 4rabes y los reyes ecristianos, los vascos continen- tales peleaban contra las ambiciones de los Francos. Los Francos eran un pueblo de raza germanica, el cual en tiempo de las invasiones conquisté6 el norte de

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