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Oe mre a no por lo que trabajé por Carlos I de Espafia y V de _ Alemania. LECCION OCTAVA UMARIO.—Invasi6n de los Barbarose. — Tribus que con- quistaron en Espafia. — Los vascos y los godos. -— Sublevaci6n de Troya. — El Gltimo rey de los go- dos. _ 51. Invasién de los Barbaros. — Durante los siglos ‘cuarto y quinto sufrié el sur de Europa una de las mas raves convulsiones que se puede imaginar. El Impe- ‘rio Romano se encontraba ya en la agonia. Sus ejér- tos no eran como los del tiempo de César; en vez de emprendér nuevas conquistas, se veian precisados a fender las fronteras del Imperio contra los continuos ataques de las tribus barbaras. - Las margenes del Danubio eran las fronteras que eparaban la barbarie de la civilizacién. Desde ese rio ban escalonandose los pueblos barbaros; ocupaban lo que actualmente es Alemania, Escandinavia, Rusia. Los romanos designaban a todos aquellos pueblos con el nombre comin de ‘‘germanos’’, y al pais habi- ‘tado por ellos con el de ‘‘Germania’’. Pero no todos Jos pueblos barbaros eran de una misma raza: unos eran de raza sajona; otros de la escita. Los germanos se dividian en muchas tribus: vandalos, gépidos, hé- ' rulos, rugos, suev0s, visigodos, ostrogodos, eteétera. Los barbaros de las tribus germanas eran altos, ro- bustos y rubios. Dejaban crecer la cabellera en sejia! de hombres libres. Las tribus salidas del interior de ‘Rusia y del Asia tenian aspecto muy repugnante y fe- roz. El martirio que el sur de Europa sufrié cuando aquellas tribus hicieron su invasién fué espantoso. Los contemporaneos hablan de ellos con el mayor terror. Tncendios de ciudades, hambres espantosas, degiiello de los habitantes, devastacién de regiones enteras, to- dos estos males acompafiaron siempre la presencia de aquellas tribus. (1). 62. Tribus que conquistaron Espafia. — En el ano 409 entraron en Espafia las primeras tribus germanas: los suevos, vandalos y los alanos. Los suevos habian luchado con César, quien les impidié la entrada en las Galias; los vandalos, en unién de los alanos, proce- dentes de las llanuras de Hungria, se esforzaron por conquistar el occidente de Europa, desde hacia dos Siglos; en el siglo quinto se les unié una gran masa de Buevos, y juntos pasaron el Rin, devastando por tres anos las Galias y, por fin, por la traicién de un gene- ral romano, entraron en Espana. Su invasién fué horrorosa. Los vandalos y los sue- Vos ocuparon la Galia; los alanos, Portugal, y otra ' poreién de los vandalos, Andalucia. (2). _ 58. Los vascos y los godos. — Los godos constituian Mina de jas tribus germanicas. Habitaron en un prins eipio la Escandinavia y parte de la Prusia actual; se dividian en ostrogodos (godos del este) y visigodos ser admirado por lo que hizo en servicio del Rey del Cie- - (godos del oeste), segin que vivieran en la orilla orien- tal u oecidental del Baltico. De alli emigraron a prin- eipios del siglo II de nuestra era hacia las tierras dé los romanos, situadas en las costas del Mar Negro, en el Asia Menor, y en Macedonia. Los romanos les conee- dieron un extenso territorio al norte del Danubio, en el que vivieron hasta que en el siglo cuarto fueron em- pujados de alli por otro pueblo barbaro, los Hunos. Desde este momento la tribu de los visigodos empren- dié una serie de correrias a Italia y las Galias, hasta que en el siglo quinto entraron en Espafia por Ja par- te de (Catalufia. Las tribus que les habian precedido fueron sometidas, desapareciendo por absorcién. Los visigodos, luego de hacer pedazos el poder de Roma en la Peninsula, se ereyeron los herederos le- gitimos del Imperio Romano, Asi, pues, exigieron la sumisién de todos los pueblos peninsulares. Los vaseos, que no habian estado sometidos a Roma, se negaron a someterse a los nuevos conquistadores. Esta fué la cau- sa que origin6é una lucha entre ambos pueblos, que se mantuvo viva mientras subsistié el Reino Visigético. Frente a las ambiciones barbaras e injustas de los re- cién llegados a la Peninsula, defendieron los yascos noblemente su Patria. La lucha fué larga y cruel; pero jamas cejaron en su empefo. Los vascos de las montafias vivieron siempre com- pletamente independientes de los visigodos; los del sur de Euskadi pasaban freeuentemente de la libertad — a la opresién; en cuanto a la ciudad vasca més cono- cida de aquellos tiempos, Irufa, pertenecié mas tiem-— ! po a los vaseos; no obstante haber sufrido muchos ata- ques de los Reyes Visigéticos de Toledo. En las ‘Crénieas de los Reyes visigodos se encuentra una frase constantemente repetida; Domuit vascones (subyugé a los vascones). Vencera los vaseos fué la idea que abrigaron casi todos los reyes visigodos. Pe- ro esa frase, siempre repetida hablando del mismo pue- blo, indica claramente que jamds lograron dominar a las tribu& vascas. Lucharon contra Reaceiario, Eurico, Leovigildo, Recaredo, Gundemaro, Sisebuto, Suintila, Wamba; todos los cuales atentaron contra la indepen- dencia de Euskadi. La Historia Eclesiéstica nos ofrece también una prueba de la independencia vasca. Son celebrados en la Historia de Espaiia los Concilios de Toledo. Antes de la conversién al Catolicismo del rey Recaredo, eran sélo reuniones de Obispos para tratar los asuntos de la Iglesia. Después de la conversién de aquel rey, se reunian los Obispos y los nobles, tratando juntos de los asuntos del Estado y de la Iglesia, Se reunian en la ciudad de Toledo. A esos Concilios, a los que acu- dian los Obispos de toda la Peninsula. no iban los de Pamplona, a no ser que en aquellos momentos domi- nasen los visigodos en la ciudad. Los visigodos no dejaron entre los vascos ninguna huella; no consiguieron introducir ningin elemento de su civilizacién. Ni aun de monumentos arquiteeténicos se ven restos. Porque las relaciones entre vascos y Vi- sigodos fueron tan sélo las de guerra mutua. (4). 54, Sublevacién de Froya. — Durante el reinado de Recesvinto hubo un gran levantamiento de un Noble, oat Ss

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