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(7) “Puede ser que todavia nos éncontraramos con algun -alabés, con mas de un nabarro que abrieran los ojos ta- mafios de sorpresa al oirnos decir que no hablan su idioma propio, que hasta ese punto suele oscurecerse a veces ia conciencia de la propia nacionalidad. Pero a ese alabés- oa esos nabarros, podriamos decir con toda yerdad: “Tu idioma propio es ese de tus apellidos; es ese en el que tienen ex- plicacién los nombres de tu pueblo, de los términos que lo constituyen, de los campos que lo sustentan, de los montes que lo resguardan, de los rios y regatos que lo bafian. Tu idioma es ese cuyos modismos conservas aun por herencia, tan fuertemente adheridos al cerebro que sin darte cuenta ninguna de ello, se te escapan todos los dias y a todas horas en tu conversacién castellana, en ese castellano que llevas eonstruido artificialmente sobre un “sustractum” euskériko”. (mis de Eleizalde: Conferencia en Juventud Vasca de Bil- bao-16-111-1918), (8) El padre jesufia, Juan de Mariana, historiador espa« fiol del siglo XVII, escribid sobre el euskera estas palabras que prueban su ignorancia euskérika: “Sdlo los ‘Cantabros (vascos) conservan hasta el dia de hoy su lenguaje grosero y barbaro y que no recibe policia”. (Historia de Pspafia). Pl elegante clasicista Lucio Mariano Siculo, pensaba de otra manera cuando escribia: “El Vascuence... no tiene nada de barbaro, de estridente y aspero; es delicadisimo y suavi- simo, y sin duda alguna es muy antiguo”. En.sesién celebrada por la “Academia de la Lengua Vas- ca”, el dia 24 de Fehrero de 1921, se tomé la resolucién de “rogar al sefior Nicolas Marr, Profesor de Lenguas Jefaticas én la Universidad de Tiflis, capital de la nueva Republica Caucdsica, con quien el sefior Azkue, Presidente de la Aca- demia, tuvo el dia anterior dos conferencias en Bayona, haga un estudio comparativo del euskera y de las lenguas jefa- ticas del Caucaso”. (9) Prueba de lo que vamos diciendo en el texto es el pueblo de Gallipienzo, situado al sur de Nabarra y colindan- te de Aragon. Hay un testimonio de un eclesidastico, llamado J. José de Mateo, el cual escribid por los afios de 1730: “... yo he conocido a todos los viejos hablar “vascuence”, y y al maestro que fué causa de que se perdiese la lengua primitiva, que obré mal”. Ace@rca de Vitoria y la llanada de Alaba, escribié Andrés Navaggero, Embajador de Venecia an- - te Carlos V, en 1523: “Hablan en Vitoria el castellano, pero entienden el vascuence, y en las aldeas del llano por lo ge- neral hablan vascuence”. En 1609 hizo el Obispo de Pamplona solemnes fiestas eu honor del Santisimo Sacramento. En las condiciones del con- curso literario se decia: “Y porque celebrandose en este Rei- no de Nabarra la solemnidad de esta fiesta, no eS razén “que la lengua matriz del Reino quede desfavorecida, se pide en este certamen un romance de doce coplas en vascuence”’. En el afio 1650 escribia un escritor nabarro: “Hablanse en el Reino de Nabarra dos lenguas: vascuence y romance; pero mas propiamente la vascongada, que es la nativa y primitiva que el Patriarca Tobal trajo, la cual se usa en la mayor par- te del Reino sin mezcla alguna”. En el afio 1604 e] Ayuntamiento de Pamplona, teniendo en cuenta que el lenguaje primero y natural de la ciudad era el euskera,.y que muchos de sus habitantes no entendian otra Iéngua, acordé traer por la cuaresma predicador qne hablase el euskera. ‘En el afio 1613 el Ayuntamiento de la misma ciudad en- carg6 al Abad de Subiza los sermones de cnaresma, al mis- mo tiempo que ‘hacia constar en el libro de Actas “que por experiencia se ha visto el fruto que hacen los sermones en vascuence los domingos y fiestas de la cuaresma”. En el aflo 1660 dieron los Padres Jesuitas una misién en Pamplona y el domingo, por la tarde, plaiticas en euskera. A las platicas acudié6 mucha gente “por ser mucha la vas congada que hay en esta tierra y entenderlas casi todos’. En el afio 1604 pretendieron los Padres Trinitarios la di- receién del Hospital de Pamplona. Su peticién fué denegada Fs ‘ por ser los Padres castellanos e ignorar el euskera. En el afio 1714 escribia el Abad de Berasoain: “La Bal dorba (Merindad de Olite), donde sus hijos conservan ta~ nativa lengua del vascuence”. Cerramos este serie de testimonios con unas célebres pa- labras de San Francisco Jabier: “Ellos (los hindtes) hablau el malabar; en cuanto a mi, mi lengua es vasca’. (Monu- menta Xaveriana, t. 1°, p. 279). (10) Respecto de actas redactadas en euskera, parece que no hay mds que unas pocas, que son: un informe judicial en un proceso entre Marta de Larralde y un hermano suyo (fin del siglo XVI); un Contrato de cambios de tierras; las Actas del municipio de Aetz, desde 1722 hasta 1796; los tres . easos anteriores son de Laburdi; varias cartas entre las an- toridades de Urufia (Laburdi) y de Ondarrabia (Gipuzkoa), sobre asuntos de pesca (afio de 1680); unas Ordenanzas municipales de Eibar, redactadas en el siglo XVIII. Durante la ocupacién de Naharra por las tropas de Napoleén dis- tribuyeron sus generales varias proclamas redactadas en euskera, aunque muy detestable. (11) Estas opiniones dan motivo a las dos maneras de escribir la palabra vasco: los que la originan del “vascones” latino, la escriben con v y ¢; los que la hacen proceder de basokoak, con b y k, (12) La raza viene a ser el alma de la nacionalidad; #1 idioma, el pensamiento; las instituciones, las acciones; el territorio, el medio fisico en el que esas acciones se de3- arrollan. (18) Sdnchez de Toca dice: “La moderna confusién 0 equivoco sobre estos conceptos de Estado y Nacidén, procede de los habilidosos eufemismos sémbrados por la politica crea- dora de grandes Estados’’..., “pero tal politica se desarro- lla, aunque se apellide de nacionalidades, a expensas de par- ticularismos nacionalistas”. (Academia de Jurisprudencia, 70 de Mayo de 1899). LECCION TERCERA . SUMARIO.—Caracteres fisicos, mggales, intelectuales, artis- ticos. — Mdsica. — Su individualismo. — Falta de genio politico. — El caserio. — El hogar vasco. — Laboriosidad. — Alimentaci6n. — Bebida. — Los 19, Caracteres fisicos. — Es muy dificil determinar los caracteres fisicos que corresponden a la raza vas- ca, con exélusién de otras. Los antropélogos y viajeros convienen en afirmar que sé distinguen los vascos de los pueblos vecinos por el aire especial, que manifies- tan en su persona. Pero no hay cardcter peculiar de la raza, Todos convienenen en que son de buen pare- cer Wentworts-Webster (‘‘Les Basques’’ en Nouvelle Revue, 15 de Mayo de 1888), dice: ‘‘Una residencia — de varios aos en su pais me permite afirmar que le- jos de ser mfs morenos y pequefhos que los bearneses vecinos, los vascos cuentan mayor nimero de indivi- duos altos y rubios; predominan los ojos claros. La -poblacién vasca.es una de las més hermosas del mun- | do... Los Eiskardanas son, en general, de talla me- dia, m&s bien grandes que pequenos, esbeltos, espiga- dos, vigorosos, sorprendentemente Agiles’’. (1). Los guipuzkoanos, los vascos continentales y los na- barros de las montafias conservan mds uniformidad de tipo y se parecen mas entre si. Los nabarros del sur
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