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| Este detalle indica la importancia que daban al idio- ma, en la ¢lasificacién de las razas. Su eoncepto pe- "ea ciertamente de exagerado, pues el idioma no es sig- ™ no esencial de una raza, aunque si elemento muy prin- -eipal. No han de confundirse los conceptos de ‘‘eus- Kaotarr’’ y de ‘‘euskeldun’’. E] individuo de la raza Pyasea es ‘‘euskaotarr’’ sepa o no sepa el euskera; e! “gue lo posee es ‘‘euskeldun’’. ‘‘Euskotarr’’ se refiere ma la raza; ‘‘euskeldun’’, al idioma. « Los eseritores latinos les llamabas ‘‘vascones’’, pa “labra que unos derivan de una adaptacién latina del **fBuskeldun’’, y otros del euskera ‘‘basokoak’’ (los ‘del bosque). La palabra vasco no es econocida en eus- ‘kera. (11). Ye . xe © 18. Nacionalidad de los vascos. — Nacién, naciona- © lidad en su sentido extricto y natural es toda organi- | zacion en familias de una raza, que viven en territori9 = propio, mostrando su personalidad étniea eon la sin- ‘gularidad de su gobierno e instituciones. Viene del la- "tin ‘‘naseor’’ (nacer). Para que ese conjunto de fa- “milias formen nacionalidad, es preciso: a) que sean “partes de una misma raza; b) que tengan una lengua “propia; ¢) que posean un territorio propio; d) que su vida se haya desarrollado dentro de instituciones ea- | racteristicas. La principal de estas condiciones es !a = wnidad de raza. (12). De lo anteriormente expuesto se deduce que los vas- eos forman una verdadera nacionalidad. Estan en po- 'sesidn de los elementos necesarios para constituirla. ' Ya en 1899 decia el politico espafiol Sanchez de Toca 'en la Academia de Jurisprndencia de Madrid, que. » aunque dificil de precisar el concepto de nacién, raza = y patria, ‘‘basta sentar como premisa que a ningtin © pueblo le cuadra en mas alto grado que al etiskaro = cualquier condicién especial que el mas estrecho rigo- * rismo quiera llevar a®os términos nacionalidad, pa- § tria, raza’’. (‘‘Municipalismo, ete.’’,, pag. 104). (13) - Ninguna nacionalidad de Europa presenta caracte- » res tan claros y manifiestos como la vasca. Es cierto que actualmente no forman un Estado econ » vida independiente, reconocida en e] mapa internacio- © nal. Hasta hace poco existia esa independencia. ae P No-han de confundirse las ideas de ‘‘nacién’’ y ‘‘Es- © tado’’. La idea de ‘‘nacién’’ indica comunidad de san- gre, de historia y de instituciones; en el concepto de » Estado sélo va incluido e] hecho de la independencia © politica. No, todos los Estados modernos estan funda- = dos sobre la base de una nacionalidad; ejemplo, los © Estados americanos, el antiguo Imperio Austro-Hifin- © garo; ni todas las nacionalidades estén constituidas en Estados, ejemplo: Irlanda, la India, Euskadi. El citado eseritor espafiol SAnchez de Toea, dice ha- © blando de Jos vascos: ‘‘ Aunque en el uso contempora- neo suele llamarse ‘‘nacién’’ al conjunto de un cuerpo | politico regido por una sola soberania de Estado, esa denominacién responde en el sentido més genuino y tradicional a realidades més hondas que las que di. * manan meramente de Ja soberania de Estado, en la > cual pueden resultar agrupadas y mas o menos refun- didas naciones, asi como en una sola nacionalidad pue- den producirse varios Estados’’. (Ob. cit.). La nacionalidad, pues, de los vaseos, es la vasea..(14). ANOTACIONES (1) Dice el historiador francés Guizot, hablando de los vascos: “...forman un pueblo distinto de todos cuantos le rodean por sus rasgos, sus costumbres y, especialmente, por su lengua, que no se parece a ninguna de Jas que actualmen- te se hablan en Europa”, (Historia de Francia, t. 1, pag. 8). (2) En confirmacién de lo asentado en el texto, basta ci tar las palabras del sapientisimo poligrafo Marcelino Me- néndez y Pelayo, quien escribe en la segunda edicién de sis “Heterodoxos y Espafioles’”: “Empleamos la palabra “ibero” en el sentido genérico que cominmente le daban los anti- guos, sin que por eso creamos en la unidad étnica de los pueblos que habitaron a Espafia antes de la invasién céltica, cuya fecha se coloca con bastante probabilidad a fines del siglo VI antes de nuestra era. Todo, al contrario, induce a suponer en ellos variedad de razas y de lenguas, aunque por ahora sea imposible su determinacién”. (Tomo 1,« pagt- na 504). 4 (3) En “Los Primeros Habitantes de Espafia” dice Hum- boldt: “El nombre de los “iberos” es mas bien geografico que etnografico’’. (edic. espafiola, p. 147). (4) Don Ramén Menéndez Pidal, notabilisimo filélogo as- pafiol, decia en Bilbao: “No es verosimil que existiera en la Peninsula una uniformidad lingiifstica, sino que fué grande la variedad Ge idiomas primitivos’. (Conferencia organizada por la Junta de Cultura Vasca). (5) Los drabes y los judfos no vivieron incomunicados con los habitantes de Espafia. Esa opinién esta, al decir de Menéndez y Pelayo, mandada retirar. Desde el primer mo- mento de la invasién se mezclaron los d4rabes con los cris- © tianos, de los cuales unos apostataron del] Cristianismo, otros se someti¢ron a los mahometanos y vivieron en paz con ellos, Los primeros se lHlamaron “muladfes”’; los otros, “moréra- bes”. Todos ellos mezclaron su sangre con la de aquellos semitas. En cuante a los judfos, llegaron a ejercer grande influen- cia en la vida espafiola. Si hemos de creer a un. historiador israelita, cuando fué destruida Jerusalén por Tito, se fué — a Francia y a Espafia lo mejor de la nacién judia. Los Hi-~ jos de Israel, que hubo en Hspafia, llegaron por su nimero y calidad a una gran consideracién. Muchos se hicieron cris- tianos, pero en apariencia. Las familias mds principales de Castilla y de Aragén no se desdefiaron de mezclar su sangre con la de los conversos judios. Aunque los Reyes Catélicos expulsaron a gran nimero de ellos de Espafia, no les fué ya posible hacer desaparecer la sangre israelita, que en mas de quince siglos se inoculé en la poblacién ¢ristiana de Bs- pafia. (6) “Los délmenes celtas han hecho sudar mucho a las prensas europeas en los dos tltimos tercios del siglo pasado, mas apresurémonos a manifestar que si el nombre bretén “dol men” no es muy apropiado a la generalidad de estos monumentos megalfticos funerarios, el calificativo de “cvl- tas” es completamente inexacto y ha pasado ya de moda, tanto porque éstos ‘son un pueblo histérico y los hombres de los délmenes son completamente desconocidos, como porque tales mnumentos se encuentran en todas las partes del mun do, y, por consiguiente, en regiones que jamas hollé el celta con su planta”. (Julian de Apraiz: Los Délmenes Alaye- ses, pag. 7).

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