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SPO items ~~ sterrado por el Capitan General del ejército espa- Mol. Vino a América del Sud, estableciéndose primera la Repiblica Argentina y después en Costa del Arre- yo El Daca (Rep. del Uruguay). Después de la guerra del 76, volvié a Euskadi, dejando la familia en las Re- publicas del Plata. Vivid pobre en los tiltimos afios de $u vida; murié el 6 de Abril de 1881 en e] easerio ‘‘Zo- zobarro’’, en Itxaso (Gipuzkoa). José Maria Iparragirre ser4 siempre acreedor al re- onocimiento de los vascos por haber sido un gran des- pertador del espiritu vasco; é] propagé el culto al Ro- le de Gernika, simbolo del derecho de Euskadi a su dependencia; fué el intérprete de Ja raza en los afos e persecucién. Por eso, acudian las gentes a oirle con reeogimiento religioso. Este fué su mérito; su ilustracién en la euestién vas- fué muy deficiente: su ‘‘Gernikako Arbola’’ mani- esta el decaimiento nacional de los tiempos del fueris- 0. Su misica no revela ninguna inspiracién en !as elodias vascas; su letra'es pobre de aspiraciones de raza. Tampoco Iparragirre fué hombre eapaz de ser © el poeta nacional; le faltaban cualiddes-de abnegacién = por la patria y de sentimientos verdaderamente vas- » ¢os (11). Cumplié ‘bien su misién en las condiciones de » Bu époea. Pero fué digno de haber vivido en tiempos _ mejores. 290. Conciertos econdmicos. — E] pueblo vasco, aun- ne debilitado por la wiltima guerra earlista, infundia temor al Gobierno de Espafia. Ese temor fué la causa "de que por mucho tiempo estuviera el Pais Vasco ocu- pado militarmente. El temor originé también el régi- ‘men de los ‘‘Conciertos Econémicos’’. _ Veia el Gobierno de Madrid que la aplicacién inme- © diata de algunos articulos de la ley del 76, encontraria " graves resistencias. Por eso, Canovas del Castillo, por © Real Orden de 28 de Febrero de 1878, convino con las © Diputaciones de Alaba, Gipuzkoa y Bizkaya en que | €stas pagarian al Estado espafiol eantidades siempre » fijas. Estos Convenios reciben el nombre de ‘‘Concier- ‘tos Econémicos’’. Se renueyan de tiempo en tiempo. En cada renovacién ha aumentado Espafia la cantidad. ‘Debido a estos Conciertos Econémicos conservan los vascos cierta autonomia administrativa. A eso ha que- dado reducida la legitima independencia de los vascos. Esta situacién, que para los vascos significa un ras- tro de su derecho, es para los espafioles un privilegio ue debiera desaparecer. Por lo cual, el Gobierno en 4 de Junio d ¢1881, justifies en documento oficial el régimen de los Conciertos Econémicos, diciendo que Siendo peligrosos los cambios repentinos y forzados en 1 gobierno de los pueblos, aconsejaba la prudencia un "procedimiento gradual, que conduzea sin precipitacion, pero siempre de un modo seguro e ineludible a identi. Ficar las Provincias Vascongadas con las restantes de la Nacién. Asi es, en efecto, el Gobierno espaiiol acecha a cada omento para hacer desaparecer hasta ese vestigio de n independencia de los vascos. Pero éstos defienden el égimen de los Conciertos Econdémicos. Claro es que tal ctitud seria injusta si el pueblo vaseo no fuera de stinta nacionalidad de la espafiola. Supone ignorancia maliciosa la creencia de muchos espafioles de que los vascos son lo que pagan menos al Estado espanol. Ademas de las cantidades fijadas ai renovar los Conciertos Econémicos, cantidades que el Estado aumenta sin reparo alguno, pagan los vascos muchos jmpuestos indirectos, a los que les obliga el Estado con manifiesto atropello de los Conciertos Eco- nomicos. Nabarra, por ejemplo, debe pagar 1.900.000 pesetas como cantidad concertada. Sin embargo, e] Estado co- bra no sélo esa cantidad, sino otra mucho més impor- tante. Por diversos servicios, monopolios, eteétera, lle- gan los nabarros a dar al Estado la eantidad de pese- tas 16.878.120.58. No se debe olvidar que el Estado espafiol retiene — los montes de Andia, Urbasa, Aralar, Aezkoa, Salazar y Quinto Real, en los cuales continuamente se ensan- chan Jas alambradas, a pesar de las justas protestas de los pueblos, que se ven imposibilitados de sostener su hacienda. Ademas, el Estado se ahorra el presupuesto de las obras ptiblicas y earreteras, ensefanza primaria, material de ensefianza de la Escuela Normal e Institu- to, personal de estos centros y d eprisiones, todo lo cual paga Nabarra.- Por ultimo, es interesante saber que el Estado espa- nol adeuda a Nabarra la cantidad de 33.802458 pesetas. En cuanto a Gipuzkoa, Alaba y Bizkaya no es menos fantastica la suposicién de que pagan poco, pues pagan lo que no deben. Las estadisticas oficiales dicen, por ejemplo, que en 1918 pagaron los habitantes de esos ex Estados vascos 95’42 pesetas por cabeza, mientras que los espaiioles sélo pagaron 61748 pesetas cada uno. En el aio 1925, bajo el gobierno de Primo de Rivera, se renové el Concierto Econémico. Durara veinte y ein- co afios, con esta escala: 000 pesetas De, 1927 '.al- 81.2 set = £00. » 1982 al 36. 40.000.000 _,, , 1987 al 41. 41.000.000 » 1942 al 41 2: 42.500.000 _,, » 1947 al 50... 45.000.000 ,, En 1951... 50.000.000 ,, En el afio 1927 fué renovado el Concierto Eeonémico eon Nabarra. Se ha convenido en que Nabarra pague al Estado anualmente la cantidad de 6.000.000 de pe- setas. En.1918 se expidieron 57 cédulas .personales, espe- ciales, por las que se paga una gran cantidad; esas cédulas se distribuyeron asi: Granada, una; Baleares, una; Huelva, una; Toledo, una; Caceres, dos; Ciudad Real, dos; Madrid, dos; Badajoz, tres; Sevilla, cineo;— Cérdoba, cinco; Barcelona, cinco; Gipuzkoa, diez; Biz- kaya, diez y siente. ‘‘En las demis clases, las propor- ciones son parecidas. Las cédulas de primera, que co- rresponden a los contribuyentes que pagan de 7.500 a ae 10.000 peseta,s el afio de 1918 se expidieron (sé6lo cita-— remos los casos mas altos y el dato curioso de Madrid): — 27 eédulas en Cérdoba; 32 en Sevilla; 37 en Barcelo- na; en Alaba, una; en Gipuzkoa, treinta y nueve; en Bizkaya, cincuenta y tres, y en Madrid... tres’’. (Don “420

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